La delincuencia viene atacando con distintas modalidades y en distintos sectores. Prácticamente se encuentran acordonando la ciudad y obviamente la situación es de enorme inseguridad porque el resultado policial no habla de desarticular bandas organizadas, sino, solo se reportan pocos casos aislados de ubicación de los autores.
Asaltan y roban todos los días con bastante libertad y hasta se podría decir que sin mayor temor. Lo que lleva a suspicacias respecto a que la delincuencia tendría nexos protectores dentro de la institución policial; como que se conocieron algunos casos nacionales y alguno local.
Nos resistimos a pensar que todos sean así ya que conocemos efectivos policiales eficientes y honestos. De igual forma oficiales que cumplen con su deber y con la civilidad. Pero como dice el refrán: “una golondrina no hace verano”, y esto sí que es temerario porque la sensación de desprotección se acentúa.
Este sentir se concreta en las zonas hasta donde la policía pocas veces va por diversas razones que incluyen logística. Y nos referimos a los sectores de los asentamientos humanos o los llamados pueblos jóvenes donde, además de los robos y asaltos, se suman los encuentros violentos de “barras “bravas” y por si fuera poco, los focos de fumaderos de drogas hacen del panorama citadino un peligro mayor para todos. Siendo mayor riesgo para los escolares cuando regresan de sus colegios, principalmente en horas de la tarde.
Es urgente que las autoridades de los cuatro distritos que conforman la ciudad de Iquitos, se vuelvan a reunir como a inicios de sus respectivas gestiones y digan a la ciudadanía qué está fallando, qué falta, por qué la delincuencia sigue atacando a los ciudadanos a su libre albedrío.
Tanto las zonas pavimentadas como las zonas de vías de tierra están sufriendo las correrías de los ladrones, antes se pensaba que en las zonas llamadas céntricas generalmente con calles de cemento eran las más afectadas por los delitos; ahora como que se ha invertido y son los asentamientos humanos que sufren ante un enemigo que no solo les roba su pobreza, sino, lo más valioso: su tranquilidad y seguridad.
¿Y qué será de los comités de seguridad ciudadana distritales que parece después de juramentar se los ha llevado el viento y no están respondiendo a la expectativa? Por lo menos digan la verdad, por qué no funciona el sistema así les cueste la renuncia, porque de otra forma no podremos conocer lo que falta para combatir a la delincuencia.
Inseguridad en asentamientos humanos
2 comentarios en “Inseguridad en asentamientos humanos”
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Por qué, en Democracia, se incrementa la delincuencia? En Iquitos, no hay crecimiento económico cuyas migajas sean robadas por los excluidos.ahora los delincuentes roban en la zonas de excluidos. Acaso, a propósito se está permitiendo un ambiente de zozobra, a favor del modo de vida sucia de algunos sectores de la ciudad?
Una noticia tan aterradora.