Hace varias décadas cuando lo que hoy es la avenida “La Participación” no existía más que un perfil de proyecto que algún día se haría realidad, recorrimos la zona con una ingeniera forestal muy visionaria y que pugnaba por una extensión de terreno.
En esa época de inicios de los años 90 ya había asociaciones de posesionarios y propietarios con distintos proyectos sean agrarios, forestales o piscícolas, que vivían en la zona con todas las alegrías y retos que representa estar lejos de ciertas comodidades como agua potable y luz eléctrica.
Como se sabe para el hombre y la mujer que valora el bosque no hay impedimentos para seguir adelante en sus sueños y lo vimos desde entonces hasta la actualidad, pero debido a las invasiones se han perdido años de trabajo, pues no se ha respetado la propiedad privada. Ese es un tema latente.
Los “sobrevivientes” a las invasiones todavía pueden disfrutar del fruto de sus sembríos y cuidados en piscigranjas, más aún que ya cuentan con una pista que si bien no es el reflejo del expediente técnico cuando fue construida (iba a ser más ancha), ha dinamizado el tránsito y por tanto el traslado de productos de la tierra y del agua.
Era como un sueño pensar en la carretera de concreto cuando caminar por la ahora Av. La Participación, implicaba pasar por troncos caídos que improvisaban servir como puentes peatonales, hojarascas, angostas trochas, caminitos que conectaban a los habitantes.
Es hoy, cuando les ha tocado esa sensación a los habitantes de la carretera Santo Tomás que, si bien existe como tal desde la década de los 50 y quizás un poco más atrás, puesto que la memoria histórica hasta ahí nos permite afirmarlo, recién será hecha de concreto.
Una pista asfaltada que esperamos no corra la misma “suerte” que la Av. La Participación y la misma carretera Iquitos – Nauta donde también se incumplieron las especificaciones de los expedientes técnicos, ya sabemos esa historia de corrupción que mandó a decenas a la cárcel. Lo lamentable es que no nos devolvieron las obras como fueron aprobadas, hasta ahora.
Esperamos que la obra de la carretera de Santo Tomás que tal vez termine llamándose, avenida, no corra la misma desgracia que las obras mencionadas líneas arriba. Que todos los involucrados cuiden celosamente que se cumplan con las especificaciones técnicas desde este momento que ya han cerrado el pase en el cruce con el kilómetro 1 de la carretera Iquitos – Nauta. Además del tiempo de ejecución que debe no debe excederse a lo calculado.