- Varios médicos residentes, encabezados por el experimentado Dr. Martín Casapía Morales, brindaron toda su experiencia en el norte.
Aunque difícil que ellos mismos lo digan, se conoce que el norte del Perú está muy agradecido con el aporte de los profesionales de Loreto, que cuentan con vasta experiencia desarrollada a lo largo de los años en que se ha reportado el dengue en Loreto.
“Este año nuestro país ha enfrentado la epidemia de dengue más grande que ha tenido el Perú, particularmente los afectados han sido de la región ubicada en el norte como: Piura, Lambayeque, Chiclayo, la costa de Ancash, Chimbote, Casma, etc.
Nosotros dentro de ese contexto somos una región que tiene una amplia experiencia en respuestas a grandes epidemias. De hecho, hemos tenido una en el año 2011, una gran epidemia en donde colapsó el hospital, pero el número de fallecidos no fue muy alto, la tasa se mantuvo baja.
Los datos últimos reflejan que Loreto registró un fallecido en un brote no grande, pero en el norte estaban azotados. Eso refleja las redes en cuanto a respuestas. Refleja el trabajo que el ministerio de salud a través de la gerencia regional de salud hace por años.
Fuimos médicos infectólogos, todos dispuestos a poder apoyar en respuestas ante la demanda desproporcionada que hubo en el norte del país. La tasa de mortalidad ha sido muy alta en comparación con la nuestra. Ellos suman unos 200 muertos.
Tuvimos la oportunidad de compartir y de poder brindar el apoyo a la región del norte. La tasa más alta fue en la ciudad de Chiclayo. Fuimos un grupo de especialistas en enfermedades infecciosas como Edgar Ramírez, entre otros médicos residentes en infectología ya con experiencia.
Nos distribuimos en centros y hospitales para entrenar al personal sobre cómo se maneja el dengue, cómo se organiza la respuesta, cómo se adecúan los servicios para grandes demandas y así disminuir las complicaciones y las muertes.
Se trabajó en hospitales del Minsa y de EsSalud. Gradualmente la epidemia tiende a disminuir cuando hay organización, los casos empiezan a caer. Para nosotros es importante haber podido tener esa posibilidad de apoyo basada en la experiencia desarrollada a lo largo de todos los años en Loreto”, narra Casapía Morales. Imaginamos que más de una persona ha quedado muy agradecida con su aporte profesional.





