Increíble Atropello

Actos insólitos e increíbles se están dando en la administración municipal de Maynas. Ayer fue Salomón Abensur que en un acto digno de Atila mezclado de soberbia y auto engaño, ordenó demoler el edificio de la plaza de Armas so pretexto de dizque levantar, claro está, en su imaginación, el teatro municipal, tan igual como cuando nos ofreció el puente sobre el río Nanay.

 

Hoy, en la gestión de Charles Zevallos, sigue la mentira de la construcción del teatro y para eso necesitan agenciarse de fondos que se conseguirán, alquilando el canchón adyacente al más grande hotel de la ciudad como estacionamiento de vehículos menores.

 

Vaya soñadores, ilusos que luchan contra los molinos de la verdad. Bien saben que eso es imposible. Esa inversión es demasiado seria como para recaudarse en unos meses cuidando motocicletas. En qué cabeza se les ocurre, por Dios.

Ahora, lo más fresco, lo más reciente, son las declaraciones hechas por Ray Venegas, sub gerente de Servicios Comunales, que salió a anunciar en un acto por demás increíble que documentos históricos de la biblioteca municipal constituidos por periódicos y revistas serán vendidos a recicladores a través del Inabif, lo que en la práctica será destruirlos o echarlos a la basura.

 

Que el señor alcalde no tenga un concepto claro de lo que es cultura y lo que constituye el patrimonio cultural y la memoria colectiva de nuestro pueblo, no le exime de responsabilidad en este hecho por demás bochornoso e inaceptable, para quienes sí tenemos noción  del daño irreparable que se estaría cometiendo, un crimen de lesa cultura.

 

Lo que necesitamos, no es precisamente deshacernos de las cosas antiguas, que por lo añejas que son, están más próximas a convertirse en tesoros, sino una biblioteca municipal moderna, con todo aquello que constituyen sus ambientes donde estén seleccionados los libros, tratados, enciclopedias, los periódicos en una hemeroteca y demás, donde haya el clima apropiado para conservarlos en buen estado y así ofrecer un buen servicio a los estudiantes y a quienes van en busca de datos históricos. A veces nosotros también soñamos, sin pensar que en la realidad, a nuestras autoridades poco o nada les interesa la cultura, porque eso no da votos.

 

En este caso, apelamos ante el señor abogado Martín Morey Meléndez, el más cercano colaborador del señor alcalde, para que le recomiende no solapar  este tipo de cosas que desdicen de nuestro pueblo, otrora amante de veladas literarias y musicales traídas desde la vieja Europa y buen lector de obras de los más grandes autores universales, que no merece ser calificado de salvaje, por la actitud descabellada de un desubicado funcionario municipal.