Impulso a la cultura

En declaraciones a la Agencia Andina, la flamante Ministra de Cultura del Perú, la cantante y compositora Susana Baca de la Colina, ganadora del Latin Grammy, famosa por llevar su música no sólo a todos nuestros pueblos, sino a muchos países del mundo, indicó que «sería maravilloso tomar las calles, los parques, las plazas, como hacen los artistas en otros países, tomar los espacios libres para compartir nuestra actividad artística».

 

De entrada, esta mujer cuajada en el quehacer artístico, nos inyecta una dosis potente de esperanzas, que creíamos perdidas, que son los deseos por elevar el nivel cultural del pueblo, de quienes no pueden acceder a los precios de los grandes espectáculos culturales, los que ahora son exclusividades de una pequeña elite de círculos cerrados, donde el acceso del pueblo está negado.

 

Los artistas de nuestro medio han reaccionado de inmediato de la mejor manera, avizorando una luz en el horizonte, un nuevo amanecer en el trajín de la actuación teatral, de la danza, la música y la pintura.

 

Estas primeras declaraciones de quien tiene la responsabilidad de poner en el nivel que le corresponde a la cultura del país, nos llena de satisfacción porque con ello deberá iniciarse el camino de la superación personal de los peruanos que nunca tuvieron la oportunidad de recrearse en las artes.

 

Si tomamos a la cultura como la suma de conocimientos que tiene una persona, debemos concluir que millones estamos en déficit, lejos de alcanzar siquiera un mínimo de discernimiento y sentido común. Siendo así, menos aún vamos a ser capaces de tener la capacidad para nutrirnos de la sabiduría manifiesta en toda representación artística.

 

En Iquitos, muy poco ha sido el avance cultural en sus diferentes formas. No porque los encargados de fomentarla y dirigirla hayan sido los menos indicados, sino porque no encontraron y por ende nunca tuvieron el apoyo de las instituciones matrices, que siempre regatearon su aporte económico y muchas veces negaron rotundamente su apoyo a nuestros artistas en concederles siquiera el permiso para utilizar un espacio público donde realizar sus actuaciones, prefiriendo, como es el caso del canchón dejado luego de la demolición del palacio municipal de la plaza de armas, destinarlo al estacionamiento de vehículos menores, negando a los actores y a los músicos, hacer con sus propias manos, con sus propios esfuerzos, un lugar donde presentarse ante el público.

 

Parabienes  señora ministra Susana Baca, quien mejor que usted que proviene de una familia de artistas del pueblo, para que el arte y la cultura tengan en su gestión a una amiga y aliada para alcanzar la grandiosidad y el esplendor de un nuevo amanecer.