- Joven no logró salvar sus pertenencias que fueron devoradas por las llamas de fuego
“Tu casa se está quemando”, era el mensaje de texto que recibió en su WhatsApp mientras se encontraba trabajando.
Christian Marín, quien se dedica a repartir agua, lo primero que hizo fue interrumpir sus actividades laborales y dirigirse hasta su domicilio.
Una vez en el lugar poco o nada pudo hacer porque su vivienda estaba completamente destruida y no logró salvar absolutamente nada de sus cosas.
La impotencia del joven era evidente. Se tapó el rostro con sus manos y empezó a llorar desconsoladamente. Indicó que dentro de su vivienda tenía unos ahorros y que todo se había quemado.
Los vecinos trataban de consolarle, pero nada le hacía cambiar de opinión. El joven se quería morir, al ver la situación en la que se encontraba.
Sin lugar a dudas, una historia completamente desgarradora. Él es uno de los damnificados que hoy necesita nuestra ayuda. Ahora oficialmente se sabe que el siniestro dejó 22 casas destruidas y 115 familias damnificadas, en la prolongación Cahuide de la junta vecinal Madre Mía. (C. Ampuero)





