Podría decirse que la población ya viene hilvanando entre Toledo y Humala como posibles candidatos a la segunda vuelta electoral, donde se definirá quien se alzará con la banda presidencial para exhibirla durante cinco años, que son los legalmente establecidos como duración de un mandato presidencial; sin embargo, a la luz de lo acontecido en las elecciones de 1990, cuando el candidato Mario Vargas Llosa que desde el inicio de la campaña ocupó un amplio espacio en las encuestas que en algún momento llegaron a más del 50 % , perdió en la segunda vuelta ante un anodino candidato, ignorante en política y cuyo único mérito era el haber sido un oscuro rector.
universitario.
Esta vez podría decirse que el panorama electoral es casi el mismo, diferenciándose solo en el número de postulantes que en tales comicios superaron la treintena; y esta vez solo llegó a 13 ubicando como favoritos a cinco de la partida a saber Alejandro Toledo, Keiko Fujimori, Luís Castañeda, Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala. De los cuales solo dos disputarán el sillón presidencial.
Sin embargo, si bien las movidas mostraron durante un cierto lapso a Toledo como puntero sin rival cercano, últimamente ha perdido tal posición ya que las encuestas ahora manifiestan otra fisonomía con un Ollanta Humala ocupando el primer lugar, dejando atrás a un inesperado Kuczynski ; así como a un rengueante Castañeda Lossio y una estacionaria Keiko Sofía.
Pero, siguiendo con el libreto del 90, bien puede darse un sorpresivo giro electoral que podría llevar a Kuczynski o Castañeda a competir con el que logre el primer lugar, pero con la obligación de ir a una segunda vuelta en la cual bien podría salir elegido un impensado candidato.
Si duda es una posibilidad remota pero no imposible, a las finales y con protagonistas diferentes, ya hemos vivido tal experiencia que nos llevó a una estación donde el país lamentó haberse equivocado.