Hospital Regional debe contratar personal a través de prestaciones complementarias

-Erradicando los contratos ilegales por «tercerización»

-Las que se realizan por necesidad del servicio siempre que exista disponibilidad presupuestal, previa programación y en las condiciones que señalen los Convenios de Cooperación Interinstitucional.

La Ley Nº 29242, publicada el año 2008, permite la prestación complementaria de médicos y/o médicos especialistas de la salud en el ámbito nacional entre entidades del sector público para la ampliación de cobertura de los servicios de salud.

La misma norma precisa en su artículo 1º que estas prestaciones complementarias se darán entre el Ministerio de Salud, sus Organismos Públicos Especializados, las Direcciones Regionales de Salud de los Gobiernos Regionales, ESSALUD, Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú, en los establecimientos de las citadas entidades que probablemente tengan déficit de médicos para atención en salud.

Asimismo, en su Reglamento aprobado mediante Decreto Supremo Nº 013-2008-SA en junio de 2008, se precisa que estas prestaciones complementarias se realizarán por necesidad del servicio, siempre que exista disponibilidad presupuestal, previa programación y en las condiciones que se señalen en los Convenios de Cooperación Interinstitucional que se suscriban entre las entidades ya mencionadas; así está claramente establecido en el inciso 3.1 del artículo 3º.

Y el mismo Reglamento dispone que los directores de cada Unidad Ejecutora son responsables de la programación, autorización y cumplimiento de las labores efectivas de los médicos que en aplicación de esta Ley prestan servicios en su establecimiento de salud, tal como se puede apreciar en el artículo 11º inciso 11.1 del mismo.

Sin embargo, en la gestión del médico Martín Casapía Morales, al frente del Hospital Regional de Loreto «Felipe Arriola Iglesias», no se respetó lo dispuesto por estas normas y se contrató a médicos según el criterio y estado de ánimo del ex director general.

El médico Oswaldo Videira Paredes, quien fue su director adjunto, cargo que sigue ocupando hasta la fecha, o al señor Alberto Álvarez Valles, quien fue su administrador y quienes autorizaban con sus firmas la contratación y el pago de los médicos contratados para, supuestamente, prestar estos servicios complementarios.

La forma de contratación que habían ideado estos señores para tratar de burlar la norma, es que fueran contratados por terceros; es decir, contrataban los servicios de una empresa para que esta les provea los médicos que el director Casapía pedía sin cumplir con la exigencia de que exista previa programación, ni menos los Convenios de Cooperación Interinstitucional entre las entidades que autoriza la norma legal.

Y no es que en el Hospital Regional no existan abogados que pudieran haberle dicho al ex director Casapía, que no era legal esa forma de contratación, sino que estas se daban de esa manera para favorecer a sus amigos o allegados, o para traer médicos con la condición que también brinden sus servicios en la nueva Clínica de Hemodiálisis que sería propiedad de Casapía Morales. Hay que recordar la aparición del Nefrólogo Eduardo Vásquez Lozano, en esa Clínica presentándose como el profesional responsable de los servicios de hemodiálisis, estando en su horario de trabajo en el Hospital Regional, cuando se conoció la noticia del supuesto favorecimiento que recibía Casapía en el proceso de selección convocado por Essalud para contratar justamente los servicios de hemodiálisis para sus pacientes.

De buena fuente sabemos que este médico nefrólogo y su esposa, quien también es médico  Reumatóloga, así como el Pediatra Camilo Ruiz Lozano, fueron traídos y contratados por Casapía por la «módica» suma de S/.8,000.00 nuevos soles mensuales. La pregunta es: ¿por qué a ellos les pagaba y pagan hasta la fecha esa cantidad, a diferencia de los otros médicos con más experiencia y con las mismas especialidades? ¿Sería porque «colaboraban» con él en sus clínicas particulares?

Pero, regresando a los médicos que eran pagados a través de empresas para supuestamente brindar los servicios complementarios tan necesarios en este Hospital Regional, tenemos conocimiento que entre ellos hay quienes trabajan en la misma entidad y otros que son de otros hospitales y hasta jubilados.

El gran problema de todo esto es que con este tipo de contrataciones se generó un gran forado en el presupuesto de este Hospital, forado que fuera descubierto por el ex Director Rafael García y su equipo de gestión y que sería el motivo principal por el que los cambiaron en tan corto tiempo, pues no era conveniente para algunos de sus colegas y otros políticos en gestión que esto saliera a la luz.

Por ejemplo, contamos con documentación confiable que demuestra que solo durante el año 2012 a la Empresa Wanderfull se le pagó S/.805,981.00 nuevos soles, faltando pagarle algo más de S/.400,000.00 nuevos soles por haber «proveído» al Hospital Regional de médicos para cubrir la demanda existente.

Y hablando del ex director general, Rafael García, también contamos con toda la documentación con que se demuestra toda la deuda que bordea los S/.2´5000.000.00 de nuevos soles heredada de la pésima gestión de Martín Casapía, quien luego de haber «quebrado» al Hospital Regional habría sido «premiado» y ahora se desempeñaría como asesor del gerente regional de desarrollo social Yuri Alegre.

Ahora se entiende el porqué el Dr. Rafael García, fue cambiado en tiempo récord por el presidente regional, obviamente no les convenía a estos señores «asesores» que se conozca el monto real de esta deuda, ni del forado que dejaron, movieron sus influencias para «eliminar» a quienes no agacharon la cabeza y así prestarse a  esconder y tapar el desastre.