- Situación se complica para los investigados en caso de presunta negligencia.

Iván Rafael Changaray Aguilar, presentó documentos de la ruta de atención a su padre desde el primer día que pisó la clínica Emanuel, hasta que salió muerto del hospital EsSalud, donde lo llevaron sin ser asegurado y sin antes explicarle a sus familiares el traslado por complicaciones posteriores a la operación de apéndice que le habían practicado en la clínica dirigida por el médico Christian Nizama Barrientos.
Según la ruta, el notario ingresó el 12 de octubre 2020 a las 11 de la noche a la clínica Emanuel en San Juan para ser operado de apéndice, donde le habrían causado como seis perforaciones en los intestinos. El 13 de octubre una enfermera, ni siquiera un médico, le dio de alta. Agregando en la hoja: “sin signos de alarma”, pese a que la sepsis ya había empezado a manifestarse.
Como se conoce, luego de las primeras complicaciones, lo llevan sin consentimiento de los familiares a EsSalud, donde cuentan con el apoyo de Jimmy De La Cruz, con diagnóstico de covid o dengue, hecho desmentido totalmente a través de los resultados oficiales de los exámenes practicados al notario Changaray Segura.
El 17 de octubre de 2020 colocaban en las hojas de referencia como un paciente estable y diagnóstico dengue, cuando ya contaba con septicemia generalizada, como el médico De La Cruz, se lo hizo saber a la esposa del notario Sara López. Siendo que el mismo, el 18 de octubre, de puño y letra, firma que en realidad tenía septicemia generalizada.
Entre los documentos se visualiza el examen de riesgo quirúrgico para operación de apéndice. Resultados de hematología, donde se aprecia 325 mil plaquetas. Examen de inmunología donde aparece NO reactivo para dengue y menos para covid. Documento en el que dan cuenta que el 15 de octubre el paciente retorna a la clínica por náuseas, vómitos, dolor abdominal.
Documento en donde se observa que el paciente estaba en mal estado general. Sugieren hacerle una tomografía, la que arroja una serie de parámetros preocupantes. Más septicemia no especificada. Luego, todo lo ocurrido ya es conocido por la opinión pública.
A los investigados se les acusó del presunto delito de lesiones graves (dolosas y culposas), más homicidio calificado por omisión, debido a que habrían querido ocultar o maquillar realmente todo el drama que terminó en tragedia para la familia del notario.





