Definitivamente el Hospital Iquitos, ya no da más. Hay un hacinamiento de los pacientes que día a día suman, ocupando hasta los pasillos de este nosocomio con las consiguientes incomodidades no solo de ellos, sino de todos los que se mueven en ese ambiente.
En este tiempo, las personas que presentan síntomas de dengue crítico, que van hasta 10 pacientes por día, han puesto en evidencia que la capacidad de este nosocomio ya no da más.
A ellos se suman los casos de malaria y leptospira que copan la zona de emergencia, por lo que los directivos de este hospital han presentado planes de contingencia para poder superar esta situación insostenible.
Lo que se necesita urgentemente es un incremento considerable de presupuesto para hacer nuevos ambientes mientras se espera que se haga realidad la construcción del nuevo hospital, que va a demandar muchos millones para su realización.
Medicina y pediatría son los más afectados, cosa que debería preocupar a la autoridad regional para destinar a la brevedad una partida que posibilite dejar atrás este estado de cosas.
Un mejoramiento total de las instalaciones del Hospital Iquitos es impostergable. Nada puede ser más importante que tener un centro médico de acuerdo a sus necesidades, que ofrezca las comodidades tanto a pacientes como al personal médico que tiene que vérselas para dar una mejor atención, pero, para eso se necesita de ambientes adecuados.
Aquí siempre hemos sido de la idea de que antes del sembrado de cemento o asfalto está la salud de la población, que no puede estar expuesta a pasar estos momentos de gran incomodidad.