Nelson Mandela fue, junto a la música y las tradiciones de Sudáfrica, el protagonista absoluto de la ceremonia de clausura del primer Mundial africano de la historia, a la que asistieron entusiasmados cientos de miles de sudafricanos y aficionados al fútbol.
Mandela, el primer presidente negro de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz, finalmente acudió al Soccer City para dar por finalizado oficialmente el Mundial de 2010, aunque los asistentes solo pudieron disfrutar de su presencia unos minutos debido al delicado estado de salud del icono sudafricano.
El ex presidente, que llegó al césped del Soccer City sobre un pequeño vehículo que dio la vuelta al campo de juego, estuvo acompañado de su esposa, Graça Machel, y fue despedido con gritos de «Madiba», como se le conoce popularmente en Sudáfrica.
Los otros protagonistas del espectáculo de clausura fue Shakira, que lució un vestido diseñado por el italiano Roberto Cavalli con un colorido top con motivos étnicos y una falda de fibras deshilachadas para cantar su Waka Waka, la canción oficial del Mundial.
Sobre el escenario, con Shakira, danzaron niñas sudafricanas y bailarinas del país para que su espectáculo fuera «un homenaje a la mujer de África», que, según ha dicho la propia artista, » ha nutrido al continente y que le ha enseñado a bailar y a cantar al mundo entero».
Los juegos de luces y las danzas de los cientos de bailarines, que a su vez dieron protagonismo a la famosa vuvuzela sudafricana y a la unidad del continente africano del que tanto presumen sus habitantes, también tuvieron un lugar especial en el evento.
Durante los 28 minutos que duró la ceremonia, que se retransmitió a 215 países y que los organizadores preveían que sería vista por más de 500 millones de personas, participaron 780 artistas y algunos de los cantantes y bailarines africanos y sudafricanos más importantes.