- De acuerdo con la dirección de salud ambiental de GERESA Loreto.
La campaña de fumigación contra el dengue se realiza en sectores específicos de la ciudad loretana de Iquitos, no de manera generalizada. Según los expertos, la estrategia está focalizada en aproximadamente 80 microsectores, que abarcan entre 300 y 400 casas, donde se ha identificado una transmisión constante del virus en las últimas semanas.
El biólogo José Barbosa, del equipo técnico de la dirección de salud ambiental de la Gerencia Regional de Salud (GERESA) de Loreto, destacó que la fumigación no se realiza al azar, sino en áreas donde, a través de evaluaciones epidemiológicas, se ha comprobado un alto número de casos reportados. «A través de un mapa de calor, logramos ubicar estos puntos críticos, y algunos de ellos han sido históricos, con repetidos brotes a lo largo de los años», señaló Barbosa.
Sin embargo, no solo se trata de fumigar; también es crucial la colaboración de las familias. «El mayor factor de riesgo en la transmisión del dengue está en los hogares, debido al almacenamiento inadecuado de agua. De hecho, 50% de los recipientes encontrados con larvas de mosquito pertenecen a personas que almacenan agua en condiciones inapropiadas», agregó.
Las autoridades subrayan que, aunque la situación de racionamiento de agua es una realidad, es posible almacenar agua de forma segura. «Es importante cubrir los recipientes, limpiarlos con regularidad y utilizar productos como lejía para evitar que se conviertan en criaderos de mosquitos», explicó Barbosa.
A pesar de la preparación y los esfuerzos de fumigación, el 40% de las casas en algunos microsectores se resisten a permitir la entrada del personal de salud. Este rechazo a la fumigación limita la efectividad de la campaña. Según Barbosa, «de nada sirve fumigar una parte del barrio si las casas vecinas no colaboran, porque el mosquito puede trasladarse fácilmente de un hogar a otro».
Además, la campaña de fumigación no solo incluye la aplicación de insecticidas, sino también un monitoreo constante para evaluar su efectividad. «Realizamos estudios y seguimientos para asegurarnos de que el tratamiento esté funcionando correctamente y de que las familias estén tomando las medidas adecuadas en sus hogares», aseguró el biólogo.
A pesar de los esfuerzos realizados, la tasa de aceptación en algunos sectores sigue siendo baja, lo que preocupa a las autoridades de salud. «El dengue es un problema que nos afecta a todos. Es un gesto de amor y responsabilidad abrir las puertas al personal de salud para proteger a nuestras familias y comunidades», concluyó Barbosa.
(K. Rodriguez)