Cuántas veces sentados en una mecedora o acostados en alguna hamaca nos hemos preguntado qué será del futuro, cómo será nuestra vida en unos años o cuándo será el día en que tengamos que partir, son pensamientos ligeros pero que tienen su profundidad.
Y por momentos mirando al firmamento como buscando respuestas, estamos viviendo el proceso más tenso en lo que a elecciones generales se refiere, no recordamos un escenario como lo que se está viviendo desde la noche del domingo cuando se cerró la votación y empezó el conteo oficial de los votos.
Y en esos momentos de tensa espera por los resultados nos acordamos del 7 de junio Día de la Bandera y recordamos a los héroes de aquella contienda confundiendo sin querer a Francisco Bolognesi como quien saltó del Morro de Arica, lo que nos hicieron recordar sacudiendo nuestra memoria al gran Alfonso Ugarte, disculpen por el lapsus quienes leyeron el editorial de ayer y a ustedes en estos instantes.
Quizás estos olvidos momentáneos pasen a ser irrelevantes cuando de niveles de fidelidad hablemos. ¿Acaso podemos medir nuestro grado de fidelidad al país, a sus intereses, a su historia, a sus riquezas, a su diversidad, a sus ancestros, etc.? Cuánto le debemos a esta tierra que nos vio nacer o que nos acoge para vivir y prosperar.
Al cierre de esta edición editorial todavía seguía el conteo oficial de votos y lo más recomendable fue y sigue siendo, esperar con serenidad los resultados finales, y por supuesto que los responsables del monitoreo y supervisión al proceso electoral hagan su trabajo, evitando enfrentamientos verbales y los físicos, que son formas de violencia que nos saca de lo “humanos razonables”.
El conteo es de voto a voto, por lo que mientras no termine es prudente no darse de ganadores, es la recomendación a los candidatos y militancia. Aunque de ambos grupos ya sale el tema del presunto fraude y ambos también ya se expresaron en caravanas ruidosas producto de la adrenalina generalizada.
Después de todo, seguiremos siendo los mismos ya calmados, eso esperamos, y prestos a seguir en la vigilancia ciudadana del gobierno nacional de turno que estará en la obligación moral de refrescar su agenda nacional anunciada durante el proceso electoral, junto a sus equipos técnicos. Es una forma de fidelidad al país, cumplirlo, porque en nombre de la Patria se ofrendaron.
Lo Último
Fidelidad al país
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