En los días seguidos de fiestas hemos podido observar que el sentido de las “ferias” ha cambiado y en lugar de representar a precios de productor o de fábrica, esto no viene ocurriendo, por el contrario, los precios de productos se elevan, quizás, para aprovechar la coyuntura y el ánimo de compras de los que asisten a las mismas.
Aunque, insistimos que ello no es la idea de feria, sino, de encontrar productos y artículos por precios debajo de lo rutinario o con un monto con un porcentaje menor de ganancia para los que ofertan. Así era en un tiempo pasado cercano.
Esta realidad ha estado decepcionando a los compradores que prefieren ir a su centro de abastos acostumbrado, donde pueden encontrar los mismos productos a igual o hasta a menor precio. Y aquí la llamada de atención para quienes organizan estos eventos y previo se reúnan con los participantes y recuerden el sentido de una verdadera feria.
Bueno, salvo que esté cambiando el sentido de las ferias y que el tema de precios menores no sea un común denominador. Tal vez la idea ahora sea encontrar novedades, curiosidades, o mostrar los productos para que luego sean adquiridos por los que necesiten.
De pronto el sentido de una feria actualmente, sea cumplir con un papel de exhibición y la posibilidad de conocer personas que quieran invertir comprando productos al por mayor a menor costo y revender los productos que más considere atractivo para un determinado público u ocasión.
Lo que sí no se ha perdido, obviamente, es ese contacto con el productor o autor de un producto, es el diálogo directo y la absolución de preguntas sobre los materiales que están hechos, y en el caso de comestibles el lugar de producción o la asociación que emprende proyectos agrarios o de productos de estanque o del río.
Con los directos responsables de los productos se puede establecer esa confianza donde incluso se presentan con la dirección de su tienda o centro de operaciones, a diferencia en muchos casos de las tiendas virtuales donde se niegan a brindar nombres y hasta las direcciones físicas de sus negocios porque no lo tienen, lo que representa un riesgo ante posibles estafas. Las ferias presenciales de hecho seguirán siendo una opción, aunque esperamos que los precios sean realmente de oferta.