El alejamiento o acercamiento de un río es un fenómeno natural que los que nacimos y vivimos en la Amazonía de cualquiera de los países latinos lo conocemos y, los científicos e investigadores de cada nación también certifican y nos llenan de conocimientos respecto a los cambios de cursos que ocurren luego de 50, 70 o 100 años, e incluso con los cambios climáticos actuales nos pueden sorprender más.
Hacemos este preámbulo, a propósito del problema regional y mundial que ha generado el presidente colombiano Gustavo Petro, y tensión en la triple frontera, con sus denuncias total desubicadas, al decir que Isla Santa Rosa es de Colombia, que no fue asignada a ningún país, acusa que Leticia se quedará sin salida al Amazonas por culpa de nuestro país; esto en tono irrespetuoso y amenazante.
Reiteramos lo ya dicho que está clara la soberanía peruana y ratificada en un tratado: Isla Santa Rosa es del Perú. Bien, respecto a que la ciudad de Leticia se quedaría sin salida al río Amazonas por culpa del Perú, hasta suena risible, o decir que el Perú le dejaría a Leticia sin salida al Amazonas. Es un total absurdo. Nosotros no le ordenamos al río que haga ese cambio. Argumentos totalmente fuera de lugar y que ha avergonzado a un sector de científicos colombianos.
Allá en Colombia ha trascendido que la información dada al presidente Petro por parte de los investigadores es que ante la sedimentación (“arenamiento”) progresiva del fondo del río en los últimos tiempos y, el cálculo que en cinco años podría secarse y cortar su salida fluvial, se pida apoyo al Perú para una solución y acuerdos fraternos, pero en lugar de pedir esta colaboración se pone a denunciar que Perú se está adueñando de Isla Santa Rosa, cayendo en ridículo con tal afirmación.
Esto nos recuerda al problema del país de Bolivia respecto a su salida al mar, al Océano Pacífico, cuando pidió apoyo a Chile y no llegaron a ningún acuerdo, pero nuestro país le dio la posibilidad con una salida fraternal por un sector del sur cercana a Ilo, considerando que al ser un país mediterráneo tiene ese grave problema para sus actividades relacionas a no contar con litoral.
En este contexto respecto a la conversación diplomática entre Colombia y Perú programada para setiembre en Lima, debe quedar bien claro que de soberanía no hay nada de qué hablar, Isla Santa Rosa de Loreto es peruana, por lo que el diálogo si así lo considera el actual gobierno colombiano sería sobre apoyo ante la posibilidad que Leticia y su puerto se queden sin el río Amazonas, y no se sabe por cuántos años, hasta que el curso del río regrese o se siga alejando, o conseguir una permanencia fluvial con trabajos de dragado u otras herramientas de muy alta tecnología.
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