-Menciona Defensora de Loreto, Lisbeth Castro
– Indica que a eso se debe que muchos de ellos estén en las calles.
– Preocupa que pacientes bastante recuperados con medicina que otorgaba el CREMI, ahora anden en las calles en mal estado. A su libre albedrío.
Como se dio a conocer el año pasado, el CREMI en base a una política de adiós a los manicomios, abrió las rejas que por años impedían la salida libre de los pacientes con alteraciones mentales a la calle, menos las de los pacientes graves como la de Melanio Bernal, persona muy joven (33) que atormentado por su laberinto mental, decidió quitarse la vida de manera dramática.
Pero ello no es todo lo malo que está ocurriendo con el llamado Cremi, ahora se ve en la calle a muchos ex pacientes que gracias a las medicinas suministradas en los días puntuales, iban recuperando su tranquilidad y estabilidad mental, mas ahora andan en las calles de Iquitos en total abandono y hablando solos.
En todo caso, el encierro y las cadenas que fueron dejadas de lado para erradicar así el tratamiento manicomial, ha debido estar en paralelo a un plan que los siga mejorando fuera del centro de rehabilitación y no parece ser así, en todo caso no es lo que está registrando las calles de la ciudad. Según el director Néstor Aguilar, asegura que la familia no se compromete con sus pacientes. Y claro, no es nada fácil, pero ¿qué hacer ante esa falta de compromiso? ¿Dejarlos de lado, expuestos en la calle y exponiendo a los ciudadanos? ¿Hay que acostumbrarse a su dolor, a su pérdida de memoria sin que nadie los recupere? Algo se debe hacer.
Defensoría del Pueblo, ha venido trabajando el tema muy de cerca, incluso en base a estudios realizados en varios centros de rehabilitación a nivel nacional, se empezó a desterrar las malas prácticas del encierro, de las cadenas puestas en los pies y manos de pacientes; sigue trabajando en ello y algo tendrá que agilizar para proteger o mejorar el plan de libertad absoluta que se ha implementado, lo que ha llevado a sacar a varios de ellos a la calle donde nuevamente han extraviado su mente.
«Nosotros hemos estado en dos oportunidades en el Cremi y hemos visto que han estado trabajando sin corriente, algo que no era dable, hemos hecho las coordinaciones para que tengan fluido eléctrico.
En cuanto a la política de puertas abiertas a los pacientes, ese programa ha estado caminando de la mano con los familiares, pero las familias no dan el apoyo, no ven por ellos y se desentienden, eso hay que mejorar para que ellos se reintegren a su hogar, a su familia», declaró la Defensora del Pueblo, Lisbeth Castro.