- Hecho sucedió cuando llegaron a Iquitos de la ciudad de Nauta
El último martes tras salir de un culto de una iglesia de Nauta, una niña de un año con 8 meses de nacida presentó una infección diarreica, estaba con fiebre y le llevaron al Centro de Salud de Nauta, donde fue atendida por el médico cirujano Cristian Israel Núñez Torres.
Según el padre de la menor, en dicho establecimiento el médico de turno le había administrado una ampolla “tres en uno” a su hija y tras ponerle la inyección minutos después empezó a convulsionar sin tener explicación alguna, “el médico se había percatado que mi hijita estaba convulsionando, así que cogió a la niña y le metió a una ambulancia para que le reanimen y le traigan a Iquitos, pero lamentablemente mi hija no resistió y llegó cadáver al hospital Iquitos, cerca de las 12 de la noche. Allí el médico de turno de emergencia no quiso recepcionar el cadáver de mi bebé porque había llegado sin vida, así que me hicieron volver a Nauta con el cadáver de mi niña”, contó Werner Sousa Dávila (35), padre de la menor.
Según el progenitor, cuando llegó a Nauta el médico le dijo que él iba a hacerse responsable de todo y que mejor le lleve a velar a su niña a su casa y que no se preocupe de nada. Pero esto no le bastó al padre de familia, quien se fue a la comisaría de esta ciudad para poner la denuncia de la muerte de su hija por una presunta negligencia médica. Fue así que este hecho fue dado a conocer al fiscal de turno, quien ordenó el levantamiento del cadáver para su traslado a la morgue central de Iquitos que se encontraba en el centro de salud.
Tras las diligencias culminadas, llegó hasta el centro de salud el representante de una funeraria trayendo consigo un ataúd en donde le llevarían a la niña fallecida. Fue así que pusieron el cajón junto al cuerpo inerte de la menor, el padre que estaba junto a ella, antes de poner los restos de su hija dentro del ataúd, salió a la calle para realizar unos trámites y cuando regresó se dio con la sorpresa que su hija ya no estaba ahí, vio el ataúd embalado por lo que solicitó el apoyo del patrullero de la comisaría de Nauta para trasladar los restos de la menor a la morgue de Iquitos.
Cuando llegaron a la morgue de Iquitos deciden abrir el ataúd y, oh sorpresa, el cuerpo de la niña no estaba ahí, nadie daba explicación alguna de qué había pasado con el cuerpo de la bebé. De esta manera el padre regresó a Nauta y sospecha que el médico habría hecho quedar los restos de la menor, sin saber la razón. El caso está en investigación. (C. Ampuero)
