Ha dado mucho gusto ver a decenas de niños, niñas y adolescentes dirigirse a sus respectivos colegios, con la emoción del primer día, de encontrarse con los amigos, de ver quiénes serán sus profesores, de ver cómo está el colegio.
Lo normal sería que todo esté por lo menos en lo básico, de forma correcta, pero lamentablemente no es así, y se conoce desde hace años que la infraestructura educativa en un alto porcentaje de toda la región, está en situación de emergencia.
Felices los que tenemos a nuestros hijos e hijas en colegios con buena infraestructura, con los mobiliarios necesarios, con la plana docente completa, con la implementación adecuada para los aprendizajes, y es que no nos podemos quejar, y nuestros esfuerzos apuntan a apoyarlos en lo más posible en que sus rendimientos sean los adecuados.
Ello no quita, que nos pongamos una venda en los ojos y digamos que el buen inicio del año escolar ha sido muy alegre en todos los colegios loretanos. No es así, faltan iniciar las clases en un número por conocerse, pero, evidencias existen con el anuncio desde distintos lugares que recién empezarán el lunes 18 de marzo, y eso que habrá fechas más retrasadas que podría ser en abril, mayo, en fin.
Las instituciones educativas más afectadas son las ubicadas en los pueblos rurales e indígenas. Aunque en la zona urbana por equis razones también hay casos de colegios cuyos estudiantes empezarán de forma retrasada el lunes 18 de marzo.
Se conoce también que la capacidad de supervisión de la asistencia de docentes ha sobrepasado la logística tanta humana como material de la sede regional educativa, y seguimos esperando que las autoridades de turno desde el gobierna nacional, regional y municipal, prioricen realmente la educación, base principal del desarrollo sostenible de nuestra región amazónica.