– Las diferencias con techos de calamina pueden ser de hasta 7 grados.
Tras estudios térmicos, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, IIAP, determinó que los techos elaborados en base a hojas de Irapay en las comunidades amazónicas, son mucho más adecuados que los techos de planchas de acero galvanizados, comúnmente conocidos como techo de calamina.
Según comparaciones experimentales se comprobó que existe una diferencia de las temperaturas del ambiente cubierto, de hasta 7 grados centígrados entre uno y otro. En determinadas horas del día la temperatura alcanzó los 40 grados con techos de calamina, mientras que con techos de irapay la temperatura sólo llegó a los 33 grados.
El estudio fue hecho por los investigadores Manuel Martín Brañas y Albert Imán Torres, durante los meses de mayo y junio del 2014, para lo cual eligieron diez días para cada uno de los horarios establecidos en el periodo en mención.
Ambos investigadores llegaron a la conclusión de que los techos de irapay tienen un mejor registro calórico, lo que los hace más adecuados para la región amazónica, al mantener la temperatura en rangos térmicos aceptables y así evitar el stress térmico, además de favorecer el confort en el interior de las viviendas rurales.
Sin embargo la calamina, a pesar de ser un material versátil, duradero y de fácil instalación, no presenta un registro calórico aceptable para la región amazónica, lo cual disminuye el grado de confort al interior de las viviendas y aumenta el stress térmico y la incidencia de las denominadas enfermedades del calor.
Al respecto del Director del Programa Bioinfo del IIAP, doctor Luis Campos Baca, sostuvo que al promover los techos de irapay se dinamiza la economía loretana, en vista de que se genera trabajo entre los pobladores dedicados a la recolección de las hojas, lo cual alcanza hasta quienes realizan su comercialización.
«El IIAP ha desarrollado y transferido tecnología para manejar el cultivo del irapay y hacer esta actividad sostenible, además de mejorarla; en cuya cadena de negocio debe incluirse desde la plantación, su manejo, recolección, tejido, transporte, hasta su respectiva comercialización», explicó.





