– Director de Salud Ambiental de la Diresa: No hemos bajado la guardia respecto al tema del dengue
Desde un florero bien adornado hasta una llanta abandonada en la huerta de la nuestra vivienda puede ser un caldo de cultivo y ambiente preciso para que el zancudo transmisor de enfermedades endémicas como dengue, malaria, etc, deposite sus huevos y se reproduzcan pasando por ser larvas hasta convertirse en insectos.
Estos dos elementos son comunes de encontrar en cada uno de nuestro hogares, es por ello que el Área de Salud Ambiental no baja la guardia y continúa con el proceso de abatización conformando un frente que combata constantemente a estos insectos y sus huevos.
«Más de 140 abatizadores de la estrategia de lucha contra el dengue vienen visitando las diferentes viviendas de la ciudad con la finalidad de erradicar los criaderos que son depósitos de aguas, logrando así siempre tener un frente que pueda tratar y combatir el sistema larvario, y también estamos viendo el tema de cercos epidemiológicos que consisten en coordinar con el Área de Epidemiología, el monitoreo de enfermos, tratando de ver cuál es el vector y posteriormente hacer un tratamiento con fumigación de la zona».
«Estamos coordinando con Defensa Nacional de la Diresa, para ver los temas de posibles inundaciones, sabemos que se da en menor o mayor escala, pero tenemos que visualizar qué viviendas y cuántas serán afectadas este año, es por eso que nos reunimos con los COER para planificar las actividades que se van a desarrollar en forma inmediata y también a largo plazo».
«Todos los años damos las recomendaciones, por ejemplo que la población debe evitar construir viviendas en zonas inundables, se debe buscar zonas seguras, debemos evitar que más personas se afecten porque todo es riesgo desde el tema de accidentes, ahogados, enfermedades por las aguas servidas, basura, etc.»
Asimismo, recordó que durante la campaña de dengue que desarrollaron durante el mes de diciembre pasado, se logró cubrir con las tres vueltas de fumigación, coberturando así un 90% de viviendas fumigadas, dejando en claro que también existió renuencia y para cubrir eso desarrollaron otras actividades posteriores. (MIPR)