Estallido en el Putumayo

Después de mucho tiempo la prensa nacional televisiva hizo un esfuerzo y con los riesgos que acarrea, para llegar a la zona del Putumayo y constatar el abandono del Estado o la falta de repotenciación a las instalaciones tanto civiles como militares que existen en la zona, por lo que no se presenta el desarrollo esperado.
Para nada es un secreto que la zona es considerada cocalera por el sembrío de plantaciones de la hoja de coca y a lo que se ha sumado la presencia de las dragas que se dedican a la extracción ilegal de oro en las aguas del río Putumayo. Todo esto ha mostrado un medio nacional este fin de semana, con estallido en zona de sembrío, incluido, aunque no es representativo en números de hectáreas.
Desde el punto de vista periodístico han cumplido con su función de mostrar lo que falta en la zona, pero es necesario que nuestras autoridades y especialmente los congresistas tomen este tema, que se compren el lío ante el gobierno de turno.
Hace poco la presidenta de la República, Dina Boluarte, ha estado en la reunión de países amazónicos que incluían a Perú y Colombia, obviamente, pero no han concretado nada respecto al accionar conjunto en su zona fronteriza amazónica, en ambos lados, el abandono en evidente, aunque en un lado más que en el otro, pero igual con las mismas necesidades de atención y protección.
Se evidencia que muchas personas prefieren callar. “No podemos dar más detalles”, dijo una profesora peruana de la línea de frontera, la misma que de alguna forma fue puesta en riesgo junto a su esposo, ambos docentes en el reportaje televisivo, aunque se defendieron aclarando que no siembran coca, que no son obligados a hacerlo, y que viven de su trabajo legal, porque de lo contrario ya serían millonarios.
No hablaron nada, pero se conoce y la inteligencia militar, así como la policía internacional, que es una zona de sembríos y procesamiento de drogas. A pesar de estos conocimientos no existe hasta la fecha un plan serio y con presupuesto para corregir esta situación y rescatar a centenares de compatriotas que viven con miedo, mientras las autoridades los recuerdan solo en discursos mundiales y para la foto oficial.
Tampoco nadie habla de los países con altos índices de consumo de drogas que salen sea desde Perú o de Colombia, cómo va la lucha contra sus consumos internos, que es el motivo para que la producción en los nuestros, se muestren todavía como “grandes negocios”. Es lógico que. si la demanda crece por esos lares, por acá también crece el sembrío. Pero, se sigue “maquillando” este tema, y no se habla claro y directo. ¿Hasta cuándo?