- Esposo trabajó 33 años en la municipalidad de Maynas.

Se trata de Katiusca Milagros Quevedo Da Silva, esposa de Álvaro César Ríos Balseca, quien el día de ayer cumpliría 55 años de edad. Pero falleció el 23 de agosto del año pasado. Su familia quiso recordarlo con algo especial, pero no pudo porque no cuentan con ingresos económicos. Dos niños han quedado en orfandad (uno de 12 y otro de 9) y tienen que estudiar para salir adelante.
Muchos compañeros de trabajo de la municipalidad de Maynas, recuerdan aún a Álvaro César, un hombre deportista, siempre presente en las competencias de fútbol. Cuando murió, nadie lo podía creer.
Luego de la pandemia Covid, cuando el gobierno nacional manda a iniciar trabajo presencial, Álvaro asiste a su centro de labores. Le dio covid, luego de 15 días de estar intubado, salió adelante y volvió más adelante a sus labores.
Entre abril y mayo del año 2023 le dio un fuerte resfrío, era una variante del covid, ya lo cogió con sus pulmones debilitados. Su esposa estuvo a su lado, 70 días en UCI de EsSalud y 33 días hospitalizado. Le dio una intrahospitalaria y lo debilitó más, resistió casi 3 meses más. “Él murió en mis brazos, estuve a su lado”, dice la esposa.
Agrega que su familia la apoyó en todo, así como sus compañeros de la promoción 86 del colegio San Agustín, quienes incluso le enviaban inyecciones desde Lima ya que EsSalud no tenía acá. “Cuando salió de UCI yo pensé que habíamos ganado la batalla, pero no fue así. Fue el designio de Dios, que el parta”.
¿De qué manera les apoyó el sindicato y la municipalidad de Maynas?
-Me dieron 300 soles que corresponde cuando un trabajador fallece. En diciembre el sindicato me debió entregar 100 soles ya que mi esposo sí aportó por el cumpleaños que cumplía en marzo. Sin embargo, no me dieron ni un panetón para mis hijos, dijeron que no nos correspondía. La municipalidad me adeuda algo de 17,500 soles por beneficios sociales.
Hablé con el alcalde para que me dé un trabajo y sacar adelante a mis hijos, pero me dijo que no había presupuesto. Hablé con el gerente municipal el año pasado, me prometió que este año me pagaría, pero ya estamos marzo y nada.
Hablé con la gerente de administración y me mencionó que tenía otras prioridades. ¿O sea, nosotros, mis hijos, no somos prioridad para la entidad donde mi esposo laboró 33 años?
Declara Quevedo Da Silva. Ayer se buscó a la administradora de la municipalidad, Liz Gómez, ella no quiso que la conversación sea grabada, pero mencionó que ella no había tratado mal a la madre de familia. Y en cuanto al pago, que se hace del presupuesto del Foncomun, éste ha venido sumamente recortado, pero que se está viendo la programación de pagos para el mes de abril, en caso aumente el Foncomun.
Ojalá y cumplan, hay menores de edad de por medio.





