El Día Mundial de la Vida Silvestre se celebra cada 3 de marzo, por lo que ayer en una publicación del Instituto de Investigación de la Amazonía Peruana, han publicado que 2 465 especies de fauna y flora se encuentran amenazadas de desaparecer por el comercio internacional y nacional.
Aunque es una fecha para celebrar la vida de los animales y plantas de nuestro planeta es muy importante que se conozca una dura realidad. Sobre el tema el biólogo Pedro Pérez Peña, investigador en biodiversidad del mencionado instituto (IIAP), señaló que en la Amazonía hay 573 especies de animales silvestres amenazados, de las cuales tres son muy representativas en la lista CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). Señaló a la taricaya, el sajino y la huangana.
Dijo que “En el caso de las taricayas, estas se exportan en grandes cantidades al Asia en forma de crías, y, localmente, se venden en forma de huevos y carne silvestre. Los sajinos y las huanganas, en cambio, son cazados por su piel, por su alta demanda en Europa, y por su carne, debido al consumo en el mercado local”.
Debido a la alta demanda de la industria de la moda, del entretenimiento (circo, hoteles, zoológicos) y de la medicina, el tráfico ilegal de animales se ha convertido en la cuarta actividad ilícita más lucrativa del mundo, moviendo entre US$ 7 y 23 000 millones al año, de acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
El investigador ha revelado que la Reserva Nacional Pacaya Samiria, es uno de los lugares donde más se extraen huevos y crías de taricaya para el comercio, se están realizando estudios para saber si la población de esta especie se mantiene o si está en riesgo.
De lo que nosotros conocemos como medio de prensa es que los pobladores se encuentran organizados, y que un porcentaje lo dedican para la reproducción, otro para la comercialización, y otro para su autoconsumo. Es necesario conocer si eso está funcionando como lo plantearon de forma sostenible.
Pero, los resultados de los estudios que realizan ayudarán a los tomadores de decisiones de la reserva para afinar las estrategias de conservación y así preservar a la taricaya. Es lo que ha adelantado el investigador y en realidad es tiempo que se conozca cómo está ese tema dentro de la famosa reserva. Seguro se irán conociendo de más casos de especies con la minuciosidad de las investigaciones. Es el Estado que debe acoger estos resultados para sus políticas de gobierno en cuanto a la protección y conservación de nuestras riquezas naturales.
Especies amenazadas
