- Dijo el Psicólogo Guido Chávez Grandes, integrante del equipo técnico de la estrategia sanitaria regional de salud mental.
Al profesional se le consultó sobre el qué hacer con tantas personas que pululan por las calles con su mente extraviada, perdida quien sabe en qué “planeta” y que hasta duermen en las veredas ya sea con calor, frío, lluvia intensa o una garúa suave que quizá les refresque el alma de tanto tormento que los debe tener prisioneros.
“En realidad nos limita mucho en el tema de atención ambulatoria, el tema de las normas. No es fácil ir, recogerlos y ponerlos en un centro. Eso sería lo más rápido, pero no se puede porque a pesar de su condición mental, tienen derechos y deben ser respetados” dice de entrada el joven Psicólogo.
¿Pero si es para hacerles un bien, para que no estén regados en las veredas bajo condiciones climáticas difíciles?
-Siempre se ha estados coordinando con el poder judicial, con el ministerio público, que nos permita un tema de accesibilidad, de poder de alguna forma más rápida intervenir, sin tanto tema de papeleos, sino para hacerles un bien.
Pero…y acá va el, pero. Que muchos (pacientes o alucinados) dicen NO quiero, entonces tampoco podemos ir en contra de sus decisiones, de sus derechos. Además, muchos son agresivos, es todo un riesgo en cuanto a seguridad.
¿Ahora cuentan con insumos, medicamentos para personas con alteraciones mentales?
-Enhorabuena sí hay, en el año 2024 sí hubo. Ahora entiendo que también hay. Son buenos insumos médicos para la salud mental.
¿Usted renunció al cargo?
-Sí, son decisiones, opiniones. Particularmente fue mi decisión por un tema profesional, para mejorar en varios aspectos, seguir desarrollando mi profesión.
¿Quién podrá tomar la decisión de crear un centro grande de rehabilitación para que tantas vidas no se pierdan en el consumo de drogas, en la pérdida de la cordura mental?
-Agregando a lo que usted dice, sí son necesarios espacios grandes donde se les pueda atender de manera adecuada. Quizá darles su alimentación, los medicamentos necesarios, como en muchos otros países.
En Estados Unidos, por ejemplo, hay espacios donde las personas van y les dan sus medicamentos y siguen andando por la calle, pero no están haciendo problemas. El cambio siempre es un proceso, no es de la noche a la mañana. Las autoridades son las que tienen la última palabra.