Una figura legal que puede ayudar en la prevención, atención y recuperación de las víctimas en el tema de las agresiones es la Declaratoria de Emergencia por Violencia que ha pedido la Defensoría del Pueblo, por los casos que ocurren a diario.
Estas situaciones de violencia están afectando más a las mujeres de todas las edades que a hombres, lo que incluye feminicidios, y esto no para, los intentos de acabar con la vida de mujeres y hechos consumados no dejan de preocuparnos como a la ciudadanía loretana en su conjunto.
Quienes ejercen las diversas formas de violencia han traspasado todos los límites, y siguen recreando escenas en el intento de tapar el delito o el crimen cometido en contra de sus parejas o ex parejas, sin importar el tiempo de haberse dado la separación, como buscando venganza contra la mujer o madre que se ha liberado de su agresor.
El objetivo de destruir a la mujer no lo frena ni el sentimiento paternal, que parece no existe en el victimario, al punto de que muchas agresiones ocurren en la presencia de los hijos e hijas, con el agravante de ser menores de edad que también resultan muy afectados emocionalmente, y hasta físicamente.
Así el desgarrador caso de presunto feminicidio de hace unos días contra la joven madre contamanina, Erika Apuela, ha dejado, además de la pérdida irreparable de una valiosa vida, a tres niños pequeños sin el cuidado y amor maternal, y sin la figura paternal muy probable.
Qué doloroso estos hechos que movilizan a la familia, amigos y a muchas personas que sin hacerla conocido se solidarizan con el dolor de sus más allegados y de tan solo imaginar tanto sufrimiento. En este como en muchos casos no se aplicó oportuna ni eficientemente la protección de la víctima y de sus retoños.
La justicia debe aplicarse con toda la drasticidad para el autor del crimen, que como principal sospechoso está su ex pareja que aparece en un vídeo donde se evidencia su alta agresividad. Por este e innumerables casos más una Declaratoria de Emergencia por Violencia, es necesario lo más pronto.
Emergencia por violencia
