El temperamento político cuyo calor aún no se dejaba sentir, desde hace más o menos 6 o 7 meses ha alcanzado una temperatura que nos recuerda el todavía incipiente calentamiento global que parece ha prestado algo de su «calentura» al novedoso anuncio hecho por una encuestadora capitalina, de ubicar en primer lugar en las intenciones de voto en las próximas elecciones nacionales al candidato Ollanta Humala que hasta hace tres meses ocupaba el cuarto lugar en la intensión de voto.
Tal anuncio como estrategia política, resultó muy novedosa según algunos analistas, y si bien el citado candidato ha dado una visión de su intención escondida de mostrar una cierta fuerza electoral en dicho certamen político, en cambio no ha soltado prenda en cuanto al origen de las millonarias sumas que su candidatura viene mostrando; y que señalan que su participación podría ser en la dirección que le asignen los mecenas de su movimiento político, receptor según especialistas en el tema, de casi tres millones de soles.
Al margen del ya no tan extraño repunte del candidato del movimiento que lo respalda, queda por definir los lineamientos que sustentarán su presencia en el panorama político nacional, estimándose como acto principal y determinante, el de lograr convencer ya no a sus seguidores, sino a la mayoría del electorado la sinceridad de un cambio que nadie cree ni creerá, aunque desarrolle una intensa campaña, con los generosos fondos que se supone ya obran en su poder.
Ubicando en el contenido de este texto, la esencia de nuestro exordio debemos comentar que quien ha salido al frente del extraño salto dado por el candidato Humala, han sido todos los candidatos que aspiran llegar al sillón presidencial y que replican las expresiones del nuevo líder político, que con misteriosa gestión, a nombre de la entidad que comanda, se ubicó a la cabeza del grupo que lideraba el proceso.
Si bien el citado candidato ha cambiado su verbo antes levantisco y violento, al parecer no lo hace tan bien, pues a su nuevo discurso le falta ese ingrediente que sirve para convencer sin necesidad de portar un rosario y posiblemente un misal en su acto de presencia ante el Cardenal Cipriani.
Hacemos una breve abstracción a la crítica y respuesta de los líderes involucrados en la jornada electoral, señalando que se puede advertir que ya se prendió la mecha de lo que será una de las actividades más controvertidas de los últimos tiempos y quienes se han encargado de protagonizarlo son los líderes que cuentan con amplia aceptación en los medios ciudadanos, además de tener como bagaje político el haber ostentado varios de ellos la delicada y controvertida misión de gobernar al país y la ciudad.