Por: ING. JORGE RAFAEL FOINQUINOS MERA
Hace algún tiempo atrás tuve la oportunidad de ver la construcción del puente más grande del país: el puente “PRESIDENTE GUILLERMO BILLINGHURST” en Puerto Maldonado. Esta obra de infraestructura, enmarca al río Madre de Dios, sus bosques y la ciudad. De esta manera, se creó, como parte de las atracciones turísticas del lugar, un ambiente paisajístico de gran belleza. Por lo que vemos con bastante optimismo la ejecución del puente sobre el río Nanay, ya que es una nueva obra de infraestructura que nos llevaría a estar en el “OJO DEL MUNDO” por ser el puente más largo del Perú, desplazando al citado Billinghurst de Madre de Dios, y con toda seguridad el más atractivo. Esto último producto de su ubicación, ya que tendremos la mejor vista del río Nanay y el río Amazonas tanto en los amaneceres como en los atardeceres. Por lo cual, el cuidado del entorno es muy importante.
Las principales características del puente son las siguientes:
Longitud total de la obra : 2,283m
Longitud del puente : 437.60m
Longitud de los viaductos más las
rampas de acceso : 1,845.40m
Ancho del tablero del puente : 15.70m
Ancho de los viaductos y rampas : 14.80m
Altura del puente (torres) : 80m
La construcción del puente traerá grandes beneficios a nuestra población, si es que actuamos de acuerdo a una planificación del uso de las tierras en ambas márgenes del puente. Por lo tanto, se tiene la necesidad de contar con un modelo de gestión territorial que se enfoque en:
– Los lineamientos del estudio, debidamente actualizado, de Ordenamiento Territorial Bellavista-Mazán ejecutado por el PEDICP en el año 2009.
– La participación activa de los tres niveles de gobierno (nacional, regional y municipal) para identificar y formular, de ser el caso, un Plan de Desarrollo Territorial para que la ocupación de estas tierras sea ordenada y planificada.
– La identificación de las tierras de propiedad pública y privada, para que, en una unión de intereses, se pueda ejecutar el plan de una nueva ciudad. De esta manera, se posibilite la reubicación de la población que hoy ocupa zonas marginales y se pueda emprender un ordenamiento al crecimiento caótico de la ciudad, el cual se ha dado en los últimos años, sobre todo, en los distritos de Punchana y San Juan.
– La formulación de proyectos de saneamiento y desarrollo urbano, con avenidas, calles, agua, desagüe. energía eléctrica, etc., con asesoramiento técnico y financiamiento del Gobierno Regional y del Ministerio de Vivienda y Construcción. (… que se puedan dar. Por lo que se tendrá que acudir, con premura, al Ministerio de Vivienda y Construcción para lograr este objetivo. De esta manera, gestionar lo que necesitamos con urgencia).
– La promoción e impulso de la inversión dedicada al turismo poniendo las orillas del río Nanay en vitrina para negocios relativos a estos menesteres, como hoteles, bares, discotecas, marinas, etc.
Sin embargo, a pesar de los beneficios intrínsecos de la obra en los aspectos sociales, estratégicos, económicos y de imagen de nuestra ciudad, la interrogante que todos nos deberíamos formular es: ¿Y después del puente qué? Todos aquellos puntos descritos anteriormente se debieron o deberían haberse planeado y ejecutado antes del término de la obra. Pero, existe la sensación que no se está trabajando en ninguno de ellos y alguno más que las autoridades de las tres instancias de gobierno pudiesen estar ejecutando.
Sin un planeamiento urbanístico de la ciudad y con escasa o nula presencia de las autoridades, se generan las invasiones de las que actualmente son víctimas muchos loretanos. Como consecuencia de ello, los terrenos ocupados en invasiones no tienen Título de propiedad, dificultando la accesibilidad a programas del gobierno como son Mi Vivienda, Mi Barrio, etc. perdiendo así la oportunidad de generar una ventana económica para el desarrollo. De esta forma, nuevamente el caos, el desorden, las invasiones nos llevarán a la condición deprimente en la que hoy nos encontramos como ciudad. Levantemos desde ya nuestra voz y exijamos la implementación de un Plan de ocupación territorial para que se ejecute realmente y los ciudadanos de Iquitos mostremos orgullosos el puente y la nueva ciudad creada en el entorno.
Por último, este puente en ejecución es parte del proyecto de construcción de la carretera Bellavista-Mazán-Salvador-El Estrecho, que tiene a su cargo el Ministerio de Transportes y Comunicaciones a través de Provias Nacional. Este proyecto, de gran trascendencia para nuestro desarrollo regional, tiene como objetivo brindar una vía de comunicación a nuestros compatriotas que viven a lo largo del Putumayo (1,200 Km aproximadamente de frontera abandonada) ya que ellos actualmente tienen que demorar entre 25 a 30 días de navegación para hacer un viaje entre San Antonio de El Estrecho a Iquitos. En cambio, al término de la ejecución del proyecto de la carretera, el tiempo de viaje será reducido a 10 horas entre ambas ciudades. Adicionalmente, la carretera creará un eje económico producto de la interconexión de los pueblos aledaños a la vía. Por lo tanto, la ejecución del proyecto completo debe ser una exigencia, una meta, un objetivo y un norte del pueblo loretano hacia el gobierno central. SÍ SE PUEDE.
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