El examen que determina el nombramiento de maestros

Por Moisés Rengifo Vásquez

Frente al tipo de concurso público mediante el llamado examen con pruebas  escritas   de carácter cognitivo, cuyos resultados determina el nombramiento de los maestros.  Es necesario y oportuno emitir nuestra opinión pedagógica como profesional en educación con más de 56 años de docencia en nuestra Amazonía peruana, con experiencias educativas en otros países y en actual servicio en el ámbito rural con pueblos indígenas preferentemente.

Nos preocupa que con esta estrategia de examen se continúe maltratando a los maestros y éstos, a su vez, van maltratando a los estudiantes y aún afectando a la comunidad al tratarse del ámbito rural y pueblos indígenas, como son  los casos siguientes:

–           Muchas comunidades no quieren a su maestro por faltón, por su indeseable conducta moral, por el vicio del alcohol, por su deficiente desempeño pedagógico que se manifiesta en el bajo nivel de aprendizaje de los alumnos, por sus constantes rencillas con los padres de familia, ajeno a las actividades comunales, etc.

Por estas razones, piden su cambio. Pero este maestro por capricho continúa en su puesto y espera la oportunidad de un concurso para nombramiento. Se desvela estudiando tantas teorías pedagógicas y hasta compra la clave del examen y por suerte o coincidencias de respuestas, resulta aprobado y por mayor capricho pide su nombramiento en la misma plaza de la comunidad  donde es totalmente  rechazado. Pero como nombrado aún se comporta peor, porque la ley le da el derecho a la estabilidad laboral. Consecuentemente se burla de la comunidad.

–           El otro caso es de los maestros que son de la misma zona rural o pueblo indígena y viven en la comunidad en su propia casa junto con su familia: padre, madre, hijos, como un comunero más, integrado a la cultura del pueblo, realizando las actividades laborales que acostumbra la población, demostrando buena conducta, como ejemplo de vida familiar y comunal, dedicado preferentemente a su labor docente, en el tiempo previsto según el calendario comunal, a las necesidades, intereses, formas y estilos de aprendizaje de los alumnos. Consecuentemente los resultados educativos son satisfactorios que la comunidad valora y reconoce la calidad de sus maestros.

La tranquilidad, el ánimo y el entusiasmo de la población por su educación y sus maestros, se rompe cuando en forma imprevista e inconsulta llegan a la comunidad uno o dos profesores nombrados por haber aprobado el  referido «examen», a reemplazar a los maestros contratados de la comunidad.

Aun va aumentando el descontento de la población y de los maestros de la comunidad, cuando estos profesores manifiestan complejos de superioridad por ser nombrados y tratan de sobreponer su pedagogía básicamente escolarizada de carácter bancaria con el predominio del currículo oficial que hoy es el DCN, sin las condiciones para manejarlo, para que la realidad expresada en las características, necesidades e intereses de los estudiantes y de la comunidad determinen el proceso educativo.

Al Contrario, esos profesores nombrados en las instituciones educativas del ámbito rural y pueblos indígenas generalmente, en vez de aprender  y adaptarse a la cultura de esas comunidades y sacar provecho de esa realidad para mejorar su formación profesional, manifiestan cada vez más soberbia, desacatando las normas que rigen la función docente y formas de vida de la comunidad.

Por consiguiente los profesores así hayan logrado responder de una y otra manera en forma satisfactoria las 100 preguntas de comprensión lectora y capacidades comunicativas, de razonamiento matemático, de conocimientos pedagógicos generales y de la modalidad y del nivel educativo a que postula en el tiempo de tres horas y media. No es estratégico, mucho peor por crear el temor en los profesores con representantes de la Contraloría  General de la República, de la Fiscalía de Prevención del Delito, de la Policía Nacional. ¿De qué época es esta pedagogía?

Me hace recordar cuando en la década de 1940 rendíamos el examen de fin del año escolar en forma oral y escrita frente a cuatro jurados y en presencia del público, como estar en el banquillo de los acusados frente a jueces, abogados, policías y público en general. ¡Qué miedo!

Aún  todavía a partir del inicio de las labores escolares y durante todo el año y más, los profesores nombrados estarán de pie al frente de sus alumnos bien sentaditos y en orden, con el dictado de clases en base a su currículo «diversificado», pero en la práctica adaptado del DCN aislado de la realidad y por más que el dengue sea la causa de muchas muertes, este tema estará al margen del proceso educativo, es decir sin considerar los sucesos que vive la población.

¿Cuándo cambiará esta educación?

En la actualidad la principal oferta, de los candidatos al Congreso y a la Presidencia de la República, es la educación. Pero no aclaran qué tipo de educación proponen, tal como ofertaron todos los gobiernos de turno y no hay cambio alguno por el tipo de educación que el Perú y especialmente la Amazonía exige.