Nada justifica que se haya regado tanta basura mal oliente durante los dos días de paralización en la ciudad conformada por sus cuatro distritos, siendo la más perjudicada el sector del centro de Iquitos y también gran parte de Punchana. Qué fácil resultó ensuciar. Hay una frase que dice: Si no vas a limpiar, no ensucies. Así de práctico.
El acto de limpiar se convertirá en una conducta cívica, si quien o quienes causaron la suciedad se digan a limpiar. Un poco jalado de los pelos, pero acto cívico al fin. Entonces luchar por nuestros derechos no solamente se enmarca en la civilidad, sino el responder por nuestras acciones que afectan a los demás, también.
Se ha dado una muestra de comprensión, tras la convocatoria de la alcaldesa de Maynas, quien se podría decir que unió a «perro, pericote y gato», en el mejor sentido de la expresión; porque quienes estuvieron casi frente a frente los días del paro, se juntaron para limpiar la ciudad: La policía, la milicia y los protestantes.
Esta vez con buen criterio la burgomaestre provincial no convocó al personal del servicio de limpieza municipal, quienes al inicio solos «se partieron» y redoblaron esfuerzos para despejar los deshechos domiciliarios regados por quienes acataron el paro, siendo parte de los piquetes que causan admiración, pero también rechazo.
Una dualidad imposible de negar porque no todos pensamos igual. Mayoría o minoría, pero diferimos. Lo que sí es necesario destacar es la flexibilidad de la CGTP Loreto, que se sumó a la limpieza con un simbólico número de sus afiliados. Es una muestra que si nos unimos en lo que beneficia a todos y todas, el real desarrollo regional estará más próximo.