-Embriagado con el dinero se ahoga en su miasma.
Por: Luís Roldán Ríos Córdova rioscordova2010@hotmail.com
El capitalismo surge como un modo de producción superior y menos injusta que el feudalismo en sus relaciones de producción como siempre en busca de la igualdad, la equidad, la inclusión y cuantas santas intenciones existan en procura de atrapar a la esquiva justicia y paz social. En esta ideología, como en la que más, las clases sociales se consolidan y se diversifican, favorecidas por el acopio de excedentes en pocas manos, producto del egoísmo, un ingrediente humano normal y natural, inclusive inherente a todo ser vivo, que lo asocia y lo liga íntimamente al creciente individualismo, tomando la propiedad privada como su fundamento legal que lo juzga necesario para la paz que no llega como criterio de justicia, situación que lleva al hombre a seguir con el mismo problema sin resolver aún.
En este avatar, el fallido intento socialista de Marx y Engels para resolver el problema de justicia social, sólo ha demostrado que el hombre anda lejos de lograr algo parecido a eso. Intuyo que nunca lo viviremos por razones ajenas a la conducta humana o que parten de él. El marxismo ha actuado como una obstetra impaciente tratando de adelantar en el tiempo el nacimiento natural del socialismo, practicando un aborto social sin importarle o tal vez sin percatarse de que las condiciones para un parto normal no estaban dadas, aunque ella decía que sí. Esta era mi discusión en la universidad. Me tildaban de pequeño burgués a quien había que destruir, por lo menos el pensamiento. Que sea bueno, lo es, pero el hombre no está preparado para eso, me defendía tercamente.
La intención de instaurar el socialismo desde la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, terminó fracasando, cayó el muro de Berlín, se derrumbó la URSS. Sencillo pues, ninguna buena intención para la justicia social será posible bajo el reinado del dinero, perdónenme, pero así es. El señor dinero dijo claramente: «Salvo la corrupción, todo es ilusión». En el dinero está todo el bien y el mal de la sociedad y no conocemos alternativa más que la esperanza de que no sea así.
Ahora el capitalismo se debate en crisis, cierto, pero no está en retirada. Ha rebasado su propia ideología, está embriagado y se ahoga en su miasma. No sabe qué hacer.
Pero, las borracheras pasan hasta la siguiente vez; mientras tanto generan odios sin resolver, incuban estallidos que siempre ocurren cuando los sistemas se agotan.
El capitalismo ha tecnificado el uso del dinero, la ambición por su acaparamiento acelera el avance de la ciencia y la tecnología de donde le viene lo bueno y lo virtuoso; el problema está que la recolección se ha hecho más individual, las ambiciones desmedidas, transgrede leyes, derechos y propiedades ajenas y se apropia de lo mejor de la producción intelectual y material del hombre en beneficio y perjuicio de él mismo. Al amparo del dinero concebido como fin no importa el hambre, la miseria ajena, menos la destrucción del planeta.
¿SERÁ POSIBLE EL SOCIALISMO-COMUNISMO BAJO EL IMPERIO DEL DINERO?
La sociedad inca aparece como una sociedad cuasi perfecta, nadie pasa hambre, ni miseria. Yo no diría (me perdonan los incas) que la felicidad social era resultado del manejo perfecto del modelo, no, fue porque no conocieron el dinero. El cantar de la historia se cura y se agrava cuando los pueblos conocen el dinero.
Sólo una sociedad que no lo conoce está libre de ambiciones desmedidas- principal fuente de injusticia- Un inca ¿para qué se apropiaría de más tierras o más alpacas de lo que necesita para comer o vestirse? El dinero, más que cualquier otro bien ha «perfeccionado» el egoísmo del ser humano. Los incas, sin el conocimiento o uso del dinero no necesitaban apropiarse de excedentes. Nadie compra, nadie vende. En todo caso era más tentador tener poco o nada que mucho, por ello su moral se sustentaba en tres principios éticos: No ser ocioso, no mentir, ni robar… nada más, así de simple.
La complicación viene con el invento del dinero, pues, desde que aparece como solución se perfila como problema. El dinero ha sido amigo del esclavismo, feudalismo, pero se entiende mejor con el capitalismo. No veo camino que tenga salida ni horizonte que nos prometa mejor condición con el dinero vigente, ya es imposible volver atrás, estamos en un camino sin retorno y sin salida. La conflagración se vislumbra como cercano final, se vienen terribles momentos. ¿Cómo evitarlo?
Lo único que podría salvarnos está muy lejos de ser posible. Por ejemplo: No necesitamos teléfono, dominamos la telepatía, no necesitamos medios terrestre ni aéreo, nos trasladamos por dominio mental sobre la gravedad, multiplicamos los peces y los panes, nos curamos por poder de la mente, es decir, el dominio de la mente sobre el cuerpo es total. Entonces, ¿para qué el dinero? ¿Para qué robar? ¿Para qué atropellar a nadie? Mientras el hombre no supere sus limitaciones terrenales aún después de una hecatombe universal los pocos sobrevivientes sólo escalarán una forma más justa de convivir, superior al capitalismo seguramente, hasta que nuevamente corrompa su propio sistema en una permanente espiral evolutiva. El dominio de la mente sobre la materia es camino por donde alguna vez va a transitar el hombre. ¿Pero, llegaremos así como vamos?
Intuyo que no. Ni siquiera llegaremos al comunismo como un intento de sana convivencia. Mientras el hombre tenga en su memoria el uso del dinero, la justicia social y la paz siempre serán utopías, las armas seguirán como garantes de ellas hasta que nos llegue el fin, que la tenemos más cerca que lejos para diezmarnos entre nosotros o por la furia de la naturaleza que no sabemos si será dentro de100 ó 50 años, o tal vez estemos a la vuelta de la esquina. Bajo cualquier modo de producción, conocido el dinero, el miasma siempre llegará solo. Estamos enredados en nuestra propia soga. ¿Qué hacemos?…. ¿Sólo rezar?…….