El alcohol y la salud

Primum non nocere
(Ante todo no hagas daño)

Por: Dr. Cesar Ramal Asayag
Especialista en Medicina de Enfermedades Infecciosas y Tropicales

El uso del alcohol está profundamente arraigado en el paisaje social de muchas sociedades, y cerca de 2300 millones de personas consumen bebidas alcohólicas en la mayor parte del mundo. Diversos factores importantes influyen en los niveles y patrones de consumo de alcohol en las poblaciones, como son las tendencias históricas en el consumo de alcohol, la disponibilidad del mismo, la cultura, la situación económica y las medidas de control aplicadas. A nivel individual los patrones y niveles de consumo de alcohol dependen de múltiples factores como son el sexo, la edad, los factores de vulnerabilidad socioeconómicos y biológicos individuales y el entorno normativo. Las normas sociales imperantes que respaldan las conductas de consumo de alcohol y los mensajes contradictorios sobre los perjuicios y beneficios de dicho consumo pueden fomentar el consumo de bebidas alcohólicas, retrasar la oportuna búsqueda de atención de salud y debilitar la acción comunitaria.
El alcohol es una sustancia psicoactiva con propiedades embriagadoras y generadora de dependencia. Los datos probatorios acumulados indican que el consumo de alcohol está asociado a riesgos inherentes para la salud, aunque estos varían significativamente de un consumidor a otro en cuanto a su magnitud y sus consecuencias. Diversos aspectos del acto de beber influyen en las consecuencias que el consumo de alcohol tiene para la salud: el volumen de alcohol ingerido en el tiempo, el patrón de consumo, en particular el beber hasta la embriaguez, el ambiente de consumo y, por último, la calidad de la bebida alcohólica o su adulteración con sustancias tóxicas como el metanol.
El consumo recurrente de bebidas alcohólicas puede conducir a la aparición de trastornos por consumo de alcohol, como la dependencia del mismo (alcoholismo), que se caracteriza por el deterioro de la capacidad para controlar su consumo y se manifiesta en la pérdida de control sobre su uso, la priorización creciente de su uso en detrimento de otros aspectos de la vida cotidiana y unas características fisiológicas específicas. El concepto de uso nocivo del alcohol ha sido introducido en la Estrategia Mundial para Reducir el Uso Nocivo del Alcohol con la finalidad de especificar el alcance y los objetivos de las intervenciones de salud pública. La palabra «nocivo» concierne únicamente a los efectos del consumo de alcohol en la salud pública.
El consumo nocivo de alcohol se define como el consumo que tiene consecuencias perjudiciales para la salud y la vida social del bebedor, las personas que lo rodean y la sociedad en general, así como los hábitos relacionados con la bebida que están asociados con un mayor riesgo de resultados adversos en materia de salud. El consumo de alcohol supone una carga inaceptable para la salud pública y la sociedad. En 2016, el uso nocivo del alcohol provocó en todo el mundo unos tres millones de muertes (el 5,3% del total de muertes). La mortalidad debida al consumo de alcohol supera a la ocasionada por enfermedades como la tuberculosis, el VIH/sida y la diabetes. . En 2016, el alcohol causó en todo el mundo el 7,2% de todas las muertes prematuras (esto es, en personas de hasta 69 años). Los más jóvenes se vieron afectados desproporcionadamente por el alcohol; el 13,5% de todas las muertes entre los de 20 a 39 años en 2016 se atribuyen al alcohol. (1)
En el Perú se estima que existen aproximadamente un millón y medio de personas consideradas alcohólicas y que en su mayoría son varones. No obstante, en el grupo de los adolescentes que se inician en esta práctica las mujeres ocupan el mayor índice. Asimismo, durante la pandemia de la COVID-19, un 15% de peruanos reconoció que bebió alcohol de forma diaria o interdiaria en la cuarentena, reveló un reciente estudio del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro). (2)
Las consecuencias del uso nocivo del alcohol en la salud y el bienestar no se limitan al ámbito de la salud; suponen pérdidas sociales y económicas importantes ligadas a los costos que se producen en el ámbito de la justicia, a la pérdida de productividad de la fuerza de trabajo y el desempleo, y al dolor y sufrimiento. El uso nocivo del alcohol también puede provocar daños a terceros, como familiares, amigos, compañeros de trabajo y otras personas. Una de las manifestaciones más dramáticas del daño causado a terceras personas es la exposición prenatal al alcohol y la aparición de los trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF).
Los males que se ocasionan a otras personas pueden ser concretos (por ejemplo, lesiones o daños) o pueden consistir en sufrimiento, falta de bienestar, mala salud o consecuencias negativas en el ámbito social (como acosos, amenazas o insultos). Las autoridades y el público en general en muchos casos desconocen o se niegan a admitir las consecuencias negativas generales que tiene el consumo de alcohol en la salud y la seguridad de una población. El problema se agrava por la falta de una reglamentación adecuada en materia de publicidad y comercialización de bebidas alcohólicas que hace que pierdan peso las medidas para contrarrestar el uso nocivo del alcohol en favor de otros problemas de salud pública. (1)
La magnitud de la carga sanitaria y social atribuible al consumo de alcohol es evitable en gran medida. A lo largo de la historia se han sucedido los intentos por regular la producción, la distribución y el consumo de las bebidas alcohólicas ante el reconocimiento de las propiedades embriagantes, tóxicas y generadoras de dependencia del alcohol. La protección de la salud de las poblaciones a través de la prevención y la reducción del uso nocivo del alcohol es una prioridad de salud pública que debe ser un punto esencial de las políticas y las medidas de control del alcohol aplicadas a diferentes niveles.

Referencias:

  1. https://cdn.who.int/media/docs/default-source/alcohol/alcohol-action-plan/first-draft/global-alcohol-action_plan_first_draft_es.pdf?sfvrsn=59817c21_5
  2. https://larepublica.pe/sociedad/2021/11/16/alcoholismo-una-enfermedad-estigmatizada-que-se-agravo-en-la-pandemia-atmp