Durante el desarrollo de la 27º fecha del torneo de fútbol profesional, el trabajo de algunos árbitros ha sido duramente cuestionado por dirigentes, DT y jugadores, se incluye a periodistas. Generalmente los cuestionamientos -se llega al insulto- aparecen cuando los resultados no satisfacen a uno de los clubes. Se habla de arbitrajes sospechosos, que se sancionan faltas en forma drástica para unos y hacen de la vista gorda para otros, que salen a relucir tarjetas amarillas y rojas, en algunos casos tarjeta roja directa, etc., etc.
A final del partido U – León de Huánuco, al DT Capitano se le vio indignado con el árbitro, así como los jugadores que se retiraron del campo con insultos, como maleante, ratero, entre las más suaves, sin reflexionar que, muchas veces, son los jugadores que en el campo obligan al árbitro a sancionar faltas en forma suave, perdonándoles la vida.
Hay algo importante que siempre he manifestado: que las decisiones de un árbitro -por equivocadas que sean- no van a ser revocadas, ni menos cuando se pierde la ecuanimidad y el criterio para resolver un incidente, se reclama en forma airada, a veces se llega al insulto o la agresión. Es una lástima que éstos hechos se produzcan con alarmante frecuencia porque no hay fecha que no aparezcan jugadores irascibles, que se pican y cuando la calidad no es suficiente, aflora el juego artero y mal intencionado que perjudica al jugador y a su institución.
En el fútbol profesional hay partidos de mayor peso en cada jornada y que el organismo que nombra a los señores que deben administrar justicia en el terreno, deben tener presente. Acá a Iquitos, en algunos momentos, nos han enviado árbitros que seguramente sólo en sus casas los conocen. A pocas fechas de culminar la segunda rueda todos los partidos tienen interés especial y se necesita que el central reúna las condiciones de preparación física, para estar cerca de las jugadas, personalidad y honestidad. Me resisto a creer, lo que muchos comentan (sin tener pruebas) que la corrupción es una plaga enquistada en el arbitraje.
La caballerosidad y la cordura son variables fundamentales en el deporte. hay que exigir de los dirigentes cordura, aunque, en algunos casos es como arar en el desierto, para que este panorama arbitral mejore.
HACIENDO DEPORTE……TAMBIÉN SE HACE PATRIA