Como medio periodístico preocupado por la seguridad de las personas y de la propiedad pública y privada, tenemos que sugerir una mayor y más efectiva presencia de la policía nacional, no sólo en los trechos iniciales de ambas cabeceras de la carretera Iquitos – Nauta, sino en diferentes puntos intermedios, que es donde se cometen atracos a mano armada que muchas veces devienen en atroces y horrendos asesinatos y latrocinios contra viviendas y locales de instituciones.
No está demás decir, que una campaña de educación vial tanto para peatones como para conductores, vendría a pelo, porque sin lugar a dudas, nuestra población no está lo convenientemente informada de cómo conducirse en la vía pública.
Consideremos que ya no somos un pequeño pueblo con un par de calles principales, como antes, sino que Iquitos es la más importante metrópoli de nuestra región, adonde han venido a confluir gentes de todas las latitudes, de las más diversas condiciones y niveles socio económicos que decidieron radicar aquí con sus familias, forzando la creación de innumerables vías de transporte, calles y avenidas por donde ahora transitan miles de motocicletas, mototaxis, carros de transporte colectivo, automóviles y vehículos de gran tonelaje y, por supuesto, miles de personas que se movilizan a pie.
Eso obliga a cada uno de estos actores a conocer al dedillo las normas que regulan el desplazamiento por las calles de vehículos y personas.
Por otro lado, debemos saludar los constantes operativos que viene realizando la dirección regional de transportes y comunicaciones, verificando que los conductores cumplan con la normatividad respectiva para poder manejar un vehículo por la carretera Iquitos – Nauta que, como toda carretera, es peligrosa, porque el peligro tiene la virtud de esconderse en los espacios libres, créase o no.
Veríamos con agrado que esta nota contribuya a tomar medidas para una correcta y menos peligrosa fluidez en el tránsito local. Comencemos por el principio, por la educación vial