El presunto no pago de sus sueldos generó más que un malestar a los maestros contratados que están en sus colegios urbanos, periurbanos o de la zona rural e indígena, trabajando como es debido. Este rumor corrió sin que se confirmara la realidad. Y lo cierto era que en la DRE Loreto estaban trabajando duro para poder cumplir.
Para tranquilidad de los docentes contratados el abono ya se realizó ayer y por tanto hoy estará apareciendo en sus cuentas del banco. De esta forma el drector de Educación, Danny Sifuentes Talexio pudo cumplir lo que anunció en una noticia difundida por nosotros. Dijo que el 30 se pagaba y se confirmará hoy precisamente.
A nosotros nos alegra porque se trata de algo sagrado para el profesional que tiene compromisos económicos que cumplir y lo ideal es que sus remuneraciones lleguen en el tiempo prudencial. Lo que sí nos preocupa son las aulas hasta donde todavía no han llegado los profesores, pese a que sus resoluciones de contrato les fueron entregadas a tiempo.
Y lo que más preocupa es que las autoridades de las Unidades de Gestión Educativa Locales de toda la región, se sienten impotentes porque las supervisiones por un lado, tienen un costo para el transporte además de los viáticos de las comisiones y para ese presupuesto tienen que conseguirlo; mientras no se sabe exactamente cuántos escolares todavía no han podido iniciar el año lectivo.
Otra preocupación, y lo decimos con sinceridad, porque si hablamos de desarrollo ésta no se puede lograr sin la base educativa. Y bueno, nos preocupa seguro como a muchos de ustedes, queridos lectores, que ya existen docentes contratados que han presentado licencias por salud a los directores de los colegios donde fueron designados.
Los directores también se siente impotentes porque frente a un documento de licencia por salud de un profesor, se entiende ha pasado por Bienestar Social de las Ugeles, y son evaluados con la debida certificación médica. Bien, nadie está libre de no enfermarse, pero, acaso estos contratos temporales no deberían contemplar que el postulante goce de buena salud para poder garantizar la educación de los niños, niñas y adolescentes. Claro que sí.
En el caso de los nombrados cuando se enferman existen mecanismos más viables sustitutorios del profesor y por tanto esto garantiza que el aula no se quede sin maestro. En el caso de un contratado no hay salida aparente porque todos dicen «nos sentimos impotentes» y a quién le compete entonces generar las condiciones para que esto no suceda. En eso estamos mal.