- Expresa el Padre Walker Dávila, de la Parroquia Santo Cristo de Bagazán.
Ayer hubo Misa de Ramos en varias parroquias de Iquitos, así como en la Iglesia Matriz. Por la cantidad de cristianos que asisten a las parroquias en la fecha especial, la misa de la parroquia Santo Cristo de Bagazán, se hizo en el polideportivo de un colegio cercano.
“El Domingo de Ramos es el inicio de la Semana Santa, el recuerdo de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Y que debe ser no un recuerdo de costumbre, sino con un significado. Es el punto de inicio de una reflexión interior que cada uno de los fieles cristianos debe seguir de Cristo y que debemos trabajar.
Esta semana desde el Domingo de Ramos, nos recuerda dos reflexiones. Una es el reconocimiento a la naturaleza divina del hijo de Dios. El Rey, el Mesías, el anunciado. Jesús no hizo alarde de su categoría de ser el hijo de Dios, sino que, al contrario, se anonadó, tomó las condiciones humanas. Pasó por varias cosas, se hizo esclavo, en todo se parece a nosotros, menos en el pecado.
Y la otra, es que pone de manifiesto la condición humana. Cuando se define el hombre, los filósofos definen al hombre como impredecible, misterioso, a veces desleal. Como Nicolás, Maquiavelo, un hombre de naturaleza mala. Pero pone de manifiesto el rompimiento de lo impredecible que es el hombre, porque ni Jesús se salvó de la traición. Recordamos a Judas, pero también está Pedro.
Cuando incluye este tipo de personas es para darnos a conocer que Dios ama. Así uno “meta las patas”, el que nos abrasa es Dios, su hijo esa gran misericordia. Cosa que pone de manifiesto a veces también nuestras propias traiciones.
El recorrido de esta semana, el lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, recuerda la pasión, muerte y resurrección, no queda en muerte. Es una de las fiestas más grandes de la cristiandad” habló el Padre Walker.
