DISCURSO MEMORIA-2010 del doctor Roger Cabrera Paredes al inicio del Año Judicial 2011

Esta es la segunda Memoria que hemos elaborado durante mi gestión como presidente de la Corte Superior de Justicia de Loreto, uno de los principales logros alcanzados durante el año dos mil nueve fue el aumento de la producción de expedientes resueltos en un 9%, y en el presente año dos mil diez,  el aumento fue del  6% más de producción con relación al año anterior, luego de tener casi un mes de paralización y huelga nacional indefinida acatada por los trabajadores del Poder Judicial. En resumen durante los dos años de gestión se hizo una descarga procesal de un 15%, pasando de 23.878 expedientes pendientes de resolver a diciembre 2008 a sólo 20.100 expedientes a diciembre 2010, a pesar del aumento de las demandas y/o denuncias que recibimos cada año, lo que ha hecho en la práctica más viable la administración de justicia en nuestra región Loreto.

Según el Reporte Estadístico, 22 Órganos Jurisdiccionales cuentan en la actualidad con menos de 500 expedientes en giro lo que es completamente manejable; 17 órganos tienen menos de 1000 expedientes en giro que requiere un poco más de esfuerzo del personal, y solamente 05 órganos tienen más de 1,000 expedientes en giro, existiendo la promesa de estos juzgados de aumentar la producción para el año 2011, de lo que se desprende que la gran mayoría de las Salas y Juzgados se encuentran al día y en los plazos de ley; esto es una buena noticia porque anteriormente en años pasados casi todas las Salas y Juzgados estaban desbordados por la gran cantidad de carga procesal acumulada, y era un cuello de botella porque siempre se descargaba menos de lo que ingresaba.

Este hecho palpable es un logro de todos los señores magistrados, secretarios, técnicos, auxiliares y administrativos, quienes han dado un plus, un extra en sus trabajos diarios, quedándose fuera del horario de oficina sin recibir ni un solo sol de horas extras, motivo por el cual fueron reconocidos y felicitados por la Presidencia por su demostrada entrega, amor por el trabajo y deseo de superación.

Otros logros realizados durante la finalizada gestión y que merecen ser enunciado, son: la remodelación del frontis, ingreso y hall principal del local central de esta Corte Superior, con una estructura greco-romana que le da el aspecto de una institución vinculada al foro y una presentación digna de un palacio de justicia, lo que no tenía antes, pues parecía un edificio cualquiera. También la creación de 63 nuevos Juzgados de Paz, los mismos que están ubicados en los diferentes pueblos y caserío de la extensa región amazónica, teniendo en cuenta que al inicio de mi gestión sólo existía 62 Jugados de Paz, en la actualidad suman la cantidad de 125 gracias al dedicado trabajo de la ODAJUP, de los cuales 11 se encuentran completamente instalados y en funcionamiento, siendo esta Corte la que más cantidad de Juzgados de Paz ha creado a nivel nacional durante los dos últimos años; estos juzgados, además de administrar justicia con sus propias tradiciones y costumbres, cumple una labor fedataria, son verdaderos notarios en sus jurisdicciones y colaboran eficientemente con la policía. Igualmente se han creado siete Juzgados de Paz Letrados con la consiguiente dotación de Jueces y personal auxiliar, los mismos que se encuentran ubicados en los distritos de Concordia (Río Marañón), Andoas y Barranca correspondiente a la jurisdicción del Datem del Marañón, Sarayacu-Dos de Mayo (Río Ucayali), Santa Clotilde (Río Napo), Comisaría Nauta y el Estrecho (Río Putumayo); los mismos que han sido instalados y se encuentran en funcionamiento, con lo que se ha logrado la presencia del Estado y específicamente del Poder Judicial en esos lugares apartados de la Patria.

De igual forma podemos mencionar como logros la asignación de tres botes deslizadores nuevos de 200 HP destinados para las provincias de Ramón Castilla, Ucayali-Contamana e Iquitos; se logró también la asignación de una camioneta marca Nissan Navara cuatro por cuatro 0 kilómetros que ha sido recepcionado en la ciudad de Lima, la misma que será utilizada para el traslado de los señores magistrados y personal auxiliar a las diversas diligencias judiciales programadas; igualmente se consiguió la asignación de dos motocicletas 0 kilómetros para apoyar a la Oficina Central de Notificaciones. También, se logró la compra e instalación de 11 equipos de aire acondicionado y 80 equipos de cómputo aproximadamente lo que ha fortalecido la labor jurisdiccional y administrativo dando bienestar a los trabajadores y un buen ambiente de trabajo.

Se ha firmado un Convenio para la instalación y funcionamiento de una micro agencia del Banco de la Nación, la que ha sido construida íntegramente por esa institución en un patio interior de esta Sede Judicial cerca del Juzgado Contencioso Administrativo, la que está brindando un valioso apoyo y servicio a todos los abogados y justiciables para el pago de tasas judiciales, aranceles, cobro de depósitos judiciales y también beneficiará a todo el personal de esta Corte y público en general con depósitos y retiro de dinero, evitando constituirse hasta la oficina central del Banco de la Nación y hacer largas colas.

Como decía Leonardo Da Vince, la sabiduría es hija de la experiencia, durante mi larga trayectoria de cuarenta y dos años de servicios al Estado y al Sistema de Justicia, primero como Oficial de Policía, Abogado libre y finalmente como Juez, he llegado algunas humildes conclusiones sobre la administración de justicia que paso a enunciarlas:

En la historia de la humanidad, hay dos instrumentos que el hombre ha utilizado para permanecer sobre la faz de la tierra: el premio y el castigo; consistía en que el jefe de  la tribu, del clan o del grupo, premiaba a todos los que se portaban bien y cumplían sus mandatos, ya sea felicitándoles de palabra o dándoles comida, prebendas o una oportunidad para buscar pareja; pero también lamentablemente castigaba con crueldad a todos los que no le obedecían o incumplían sus órdenes y con ello ponían en riesgo la supervivencia de todos, por ejemplo el centinela que se quedaba dormido y permitía que algún animal depredador o alguna otra tribu les ataque cuando estaban durmiendo e indefensos.

Estos instrumentos o cadena incierta de premios y castigos que es la vida, se siguen utilizando hasta la actualidad, sea que un padre castiga a su hijo cuando se porta mal o le compra un regalo  por su buen comportamiento, o cuando el profesor de un curso desaprueba a un alumno ocioso y a otro diligente y estudioso le pone veinte de nota; o cuando comprobamos que es función del derecho en general y en especial del derecho penal, sancionar económicamente o con privación de la libertad a un miembro de la sociedad que haya infringido las leyes y que no permite con sus actos la coexistencia pacífica o el bienestar general de los ciudadanos. He allí la importancia del derecho como un elemento de control social. El derecho es tal vez el único instrumento capaz de conducir en paz una auténtica revolución social.

Se dice por ello que la paz es fruto de la justicia y el respeto al derecho ajeno. Y que cuando se cierran las puertas de la justicia, se abren las puertas de la violencia; por ello la labor del Juez es muy importante para evitar las violencias sociales al administrar la justicia con celeridad, equidad y transparencia, por que más vale un centímetro de juez que un metro de ley; el buen  juez es como un buen músico, saca sonidos melodiosos aunque  el instrumento (la ley) que toca o utiliza este viejo y sea de mala calidad; pero un mal músico o un mal juez (léase corrupto) no podrá sacar música melodioso o sentencia justa aunque tenga el mejor instrumento o la mejor ley en sus manos, porque le falta honestidad y pasión. Por ello, cuando un buen juez responsable y apasionado con el cumplimiento de su deber está a cargo de un juzgado o de una Sala, este órgano funciona maravillosamente bien, tiene celeridad, transparencia y justicia y se ganará el aprecio, la confianza y el respeto de sus jefes, abogados y justiciables.

Pasión es un entusiasmo que no sólo te da energías, sino fuerzas para seguir avanzando hacia el futuro, hay que tener deseo apasionado para hacer algo que valga la pena. Disraelí, famoso político inglés, decía que el hombre es verdaderamente grande cuando obra impulsado por las elevadas pasiones; Diderot,  decía: sólo las grandes pasiones pueden elevar el alma a las grandes cosas. El tener pasión significa persistir, persistir y persistir, hay un bonito refrán que dice “si no puedes correr trota, si no puedes trotar camina, si no puedes caminar usa bastón; pero nunca te detengas”. Hacer lo que nos gusta es la auténtica vocación y la piedra angular de la abundancia y en este caso trabajar ya no es un esfuerzo, sino una diversión. Pero hay que tener en cuenta lo que decía Rousseau: “rico o pobre, poderoso o débil, toda persona ociosa es un bribón”.

Para ser buen juez que actúa cuanto hay un conflicto social, no sólo sirve la inteligencia o los conocimientos de derecho, sino antes que nada se debe tener  rectitud moral o probidad, debe ser una persona con valores y sin precio; pues el letrado cuyos conocimientos supera a sus virtudes, es un ser inferior, esta profesión está vedada a aquellos abogados cuyo hambre sea mayor que su dignidad porque la virtud, el servicio, es el primer título de nobleza, y ello se consigue con la práctica, no hay que fijarse tanto en el apellido o el color de la piel de un magistrado o cualquier autoridad, sino en sus actos, en su comportamiento, en sus resoluciones. Lo más maravilloso del mundo no es el lugar o el cargo que se ha alcanzado, sino la dirección en que uno se está moviendo, y finalmente no importa cómo muere un hombre o una mujer, sino qué de bueno ha hecho en su vida, porque una buena reputación es más segura que el dinero; pues la vida es como un relato, no importa su longitud, sino su valor.

El magistrado y el trabajador del Poder Judicial en general tienen que hacer todo lo posible para ganarse el respeto y la confianza de las gentes. El hombre vale por lo que aporta, por su utilidad, su honradez y su bondad, el éxito de la vida no depende del azar, sino es la suma de nuestros triunfos cotidianos; un juez tiene que hacer lo que entiende que es lo justo y lo correcto, debe tener un mínimo de cariño por los justiciable y hacer todo el bien que pueda, pero con justicia y rectitud aunque el mundo se vaya a pique. Se dice que no hay almohada más blanda que una tranquila conciencia, que es la única cosa incorruptible que tenemos, es la vocecita interna que nos dice al oído que estamos haciendo algo incorrecto, Blas Pascal, dijo, “la conciencia es el mejor libro de moral que tenemos”, el profesional del derecho tiene que hacer de la colaboración y el servicio la norma de todos los tratos personales, familiares y profesionales; y, como un hombre decente debe evitar los escándalos apartándose de las pugnas, de los enfrentamientos y las peleas.

Alguien podrá decir que es tonto ser honesto, que es más lucrativo ser corrupto porque se consigue mucho dinero, la plata llega sola, y que con ello se compra cualquier cosa en la vida; pero el que piensa así hará cualquier cosa por conseguir dinero, a estas personas hay que recordarle la Ley de la siembra y la cosecha, conocida también como la ley de compensación de la vida, que dice: “El campesino que siembra para cosechar papa, el que siembra hierba mala cosechará hierba mala, pues no pueden cosechar otra cosa que lo que siembran; así, el hombre que siembra amor, armonía, servicio y dicha, cosechará  eso mismo; pero hay de aquel que siembra maldades, odio, pleitos y  daño, porque será lo único que coseche. Algunos filósofos dicen que la vida es un eco, ella nos devuelve todo lo que decimos y lo que hacemos. Acuérdense también de aquel refrán que dice: No busques  la venganza, la vida es bien justa, pues algo o alguien se encargará de castigar al malvado, devolverle el mal que ha ocasionado a otros.  Li Yu Tang, dijo: “el hombre superior ama su alma, el hombre inferior ama su prosperidad”.

Hegel creía que el derecho penal consistía en el estudio de dos desgracias sucesivas, el delito y la pena. Y no le faltaba razón. Aunque sirva para castigar, retribuir al agraviado, reeducar al infractor o servir de ejemplo a los demás, la pena, sea la que fuere, será siempre una segunda desgracia; por eso el juez tiene que tener mucho criterio para imponer penas efectivas sobre todo cuando no hay pruebas  suficientes, debe tener corazón de carne y no de piedra.

La máxima enseñanza que nos dejó la Segunda Guerra Mundial es que sin organizaciones, Cortes y normas internacionales que declaren la inviolabilidad de los derechos esenciales del hombre, la destrucción de la especie sería inminente. Por eso el más importante instrumento legal de cada nación (su Constitución) reproduce el listado de los derechos y también su protección procesal. Inclusive al llamarlos derechos fundamentales, está afirmando que éstos no pueden ser afectados por ningún poder constituido (Congreso, Poder Ejecutivo, etc). Recordemos que nuestra Constitución nos dice: “que la protección de la persona humana y el respeto a su dignidad, es el fin supremo de la sociedad y el Estado”. Esto significa que el Juez no solamente debe ser boca de la ley, sino un creador y un innovador de la misma, al que debe importarle la justicia de su decisión, así su función no solamente debe reducirse a ordenar el desalojo del pobre despedido que no pago el arrendamiento o mandar a prisión al pobre que robo una gallina, sino el juez debe resolver la duda de Brecht que dijo: “quién es mas ladrón, el que roba un banco o el que lo quiebra”. La experiencia nos va a enseñar que no es sólo la cultura jurídica la que nos ayuda a decidir, sino también la percepción de lo justo que es intuitiva además de racional.

Todo esto es el juez en el Perú, el jurista Juan Monroy Gálvez nos dice que juzgar es la expresión mas elevada del espíritu, de hecho es un acto divino que las necesidades de convivencia social lo han convertido en humano; el juez debe excusarse ante Dios porque está cumpliendo una función que lo pertenece y al término del día lo debe agradecer por todo lo que ha hecho y rogarle que jamás permita que la injusticia no nos duela porque sin este sentimiento verdaderamente no vale la pena vivir.