¡Diluvio loretano!

– La torrencial lluvia que cayó sobre nuestra ciudad, nos hizo recordar la epopeya de Noé:

Por: Adolfo Ramírez del Aguila
arda1982@yahoo.es

La tarde del domingo parecía apacible, pronosticando una noche romántica como para dar un paseo refrescante por la ciudad; nada hacia presagiar que en cuestión de minutos nuestros planes se fueran literalmente al agua. No era una lluvia más, era una señora lluvia, que puso a prueba nuestro gran espíritu de aguante ante tantas maldades de este mundo, llena de pecados ajenos ante los cuales justos pagan por pecadores.
Bastaron casi dos horas de torrencial agüacero, para que la ciudad se quedara literalmente inundada, como para recordarnos nuestra naturaleza geográfica de ciudad isla, rodeada de tanta agua. Como una maldición de la naturaleza, Iquitos, la soberbia capital loretana, fue notificada desde el cielo, recordándole sus pecados por tanta corrupción política, tanta deforestación y tanta contaminación petrolera.
La noche del domingo que acaba de pasar, será recordado como un momento en que hasta la naturaleza tiene interés ciudadano por participar en este proceso electoral en ciernes. En circunstancias que los candidatos debaten sobre si funciona o no la obra de los chinos, una lluvia puso al descubierto una verdad verdadera: La ciudad colapsó en un mar de aguas que ahogó todas las explicaciones bizantinas de esta mala y pésima obra. Todo lo que digan los políticos en campaña a favor o en contra de esta «megaobra», será un saludo a la bandera, porque la realidad es tan cruda y no acepta disculpas por un mamarracho que insulta a la ciencia de la construcción.
Después de la lluvia, los periodistas a favor o en contra, se pugnaron por entrevistar a sus preferidos para buscar culpables de esta «megaobricidia», los de un bando para echar la culpa al otro y viceversa; al final, los ciudadanos de a pie que tuvimos que caminar por el agua hasta la altura de la cintura, exigimos soluciones inmediatas antes que caiga un nuevo diluvio, que esta vez sí puede ocasionar victimas humanas que lamentar.
En plena lluvia torrencial, cuando cada minuto significaba el aumento del nivel de la inundación y nuestras cosas empezaban a flotar, una vecina gritaba: «¡piedad Señor piedad, perdónanos por elegir autoridades incapaces que hacen obras solo para robar la plata, calma tu ira Señor, apiádate de nosotros, no nos castigues ya más, ordena que pare la lluvia!». La oración de la vecina, reflejaba su sentir religioso ante lo catastrófico, pero valga la aclaración, esta inundación no fue un castigo de Dios, ha sido un simple fenómeno natural que se da permanentemente en nuestra selva,  con el agravante, eso sí, que se dan en estas pésimas circunstancias urbanísticas. Dios nos manda la lluvia, es cierto, pero para nuestro equilibrio ecológico, no para nuestra destrucción.
Sin embargo, las fuerzas de la naturaleza cuando se desparraman fuera de todo control humano, siempre han asustado desde los tiempos primitivos, y muchas culturas leyeron en este furor, un mensaje de la divinidad. En los tiempos bíblicos por ejemplo, el pueblo de Israel interpretó que un diluvio de 40 días y de 40 noches sin parar, no era una bendición de Dios como cuando se espera la lluvia después de una sequía, sino, una expresión de la cólera del Creador ante tanta maldad y pecado de su creatura. En el Génesis del 6 al 9, está narrada esta experiencia de fe en medio de un apocalíptico agüacero. Pero una aclaración, Dios prometió nunca más desparramar su cólera con un nuevo diluvio, y la señal de esta promesa, es el arco iris que sale a veces al inicio de una lluvia.
Que Dios Padre creador, se apiade de nosotros para salir pronto de esta pesadilla que significa una lluvia más como la del domingo y, eso sí, nos ilumine para castigar de verdad en las urnas, a todas las autoridades que por cuidar sus prebendas personales y de grupo, ejecutan malas obras que hacen sufrir a nuestro pueblo, que siendo ya pobre, tiene que padecer este plus de sufrimiento en una región que no da para más. ¡De las autoridades incapaces, líbranos Señor! Amén.

2 comentarios en “¡Diluvio loretano!

  1. Este 05 de Octubre castiguemos a estas malas autoridades y elijamos a otras autoridades, parece que tanto poder y Control han Endiosado a la Autoridad, quien cree tener la Razon en todo lo que hace, ha perdido la cordura y hasta la Razon, lamentable lo que el Poder puede hacer con algunas personas. Pero enfin en nosotros esta elegir mejor.

  2. Dejemos de estar pidiendo a Dios disque que no nos castigue como el ultimo domingo paremos de elegir Autoridades Shicapas casi ninguno que se presenta merece nuestro voto pero no hay otra alternativa asi que sugiero leer con detalles sus Cv. de estos haraganes que se presentan. por mi lado mi voto es para ese gran color simbolo de la PAZ el BLANCO…

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