Estamos en el mes del aniversario patrio y nuestra condición de ciudadanos libres es uno de los aspectos a evaluar. Estamos en ese proceso de superar la cosificación de las personas, entender que antes de nada somos personas que debemos vivir sea en la ciudad o en la zona rural, en condiciones dignas.
Si miramos desde nuestro entorno, desde la casa familiar y lo que tenemos y lo que nos sobra para lograr calidad de vida. Si lo que nos sobra y que quizás nunca lo volvamos a utilizar y están ahí almacenadas o en el peor de los casos arrinconados enmoheciéndose. Esas cosas que pueden servir a otros conciudadanos, y que pueden servir para descongestionar nuestros espacios internos en el hogar.
Una experiencia bien simpática nos pasó. Tocan a la puerta dos personas medianamente jóvenes y preguntan si tenemos artefactos inservibles, que ellos compran. De inmediato pensamos en una serie de objetos que estaban por ahí.
Respondimos que tenemos otras cosas que tal vez les sirvan. Lo sacamos y felices se lo llevaron, sin pagar un solo sol, pero nos dejaron la sensación de haber hecho algo por el prójimo, pero además, es que se liberó un buen espacio de la casa. Y esto no es nuevo en el mundo, en diversos países la gente saca cosas a la vereda y se los lleva quien desea. Los artículos están como para utilizarse todavía.
Hay acciones muy sencillas que podemos hacer y estamos haciendo patria. La suma de todo ello dará como resultado una patria grande y digna. Desde nuestra postura como ciudadanos, como autoridades, como entidades públicas y privadas. Hacer lo que antes no se hizo en busca de dignificar a la persona.
Muchas veces pensamos que así hacemos un favor a nuestro prójimo, cuando en realidad, en el caso de las autoridades, es una obligación funcional. No están haciendo un favor, están imprimiendo calidad a una gestión, como por ejemplo, con la entrega de equipos de protección personal a los trabajadores de limpieza. El Sindicato de Obreros de la comuna de Maynas debería hacer llegar una resolución de felicitación a la alcaldesa y su equipo de trabajo.
Entonces, debemos evitar decir que se está beneficiando al trabajador, ese no es el término exacto. Se debería decir estamos cumpliendo con nuestra obligación, de repente haciendo ajustes presupuestales, porque el tema económico, todos sentimos, está apretadísimo. Pero, es obligación al fin. Porque decir beneficiar es como si les hiciéramos un favor. Nada más errado. Cuando dejemos de tratarnos como cosas, y asumamos que somos personas, muchas situaciones irán cambiando para bienestar de todos.