Desenmascarando a un traidor del Perú (II)

Por: Ing. César Calderón Vela
Reg. CIP. 32486bolognesi

 

Contrariamente, Chile, con el visto bueno del Congreso, adquiere las fragatas «Cochrane» y «Blanco Encalada» por 800,000 Pesos, las que fueron piezas principales en el triunfo chileno al derrotar al Monitor Huáscar en la Guerra del Pacífico. Al ser derrocado, Prado se exila en 1868 en Chile, donde se establece por largo tiempo en tierras chilenas. Según esta versión, todo indica que con gran parte del dinero que cogió para los monitores pudo comprar en ese país varias haciendas y minas, particularmente en la zona del Bío Bío. La guerra contra Chile convertiría al héroe del 2 de Mayo en una especie de traidor nacional. Al comienzo se trasladó al sur para dirigir personalmente el conflicto, pero tras la derrota de Angamos, e inmolación de Grau, el mar estaba libre para los chilenos, por eso decidió emprender viaje a Europa, el mismo día que cumplía los 53 años. La razón de este viaje fue realizar personalmente compras de armamento en Europa. El presidente abandonaba el país en plena guerra y tras la destrucción de lo principal de nuestra escuadra marina.

GENERAL CHILENO
Afirma que Manuel Ignacio Prado, a los seis meses de llegar al país del sur, funda el Banco Montenegro, nombre de su socio chileno, que había aportado una minucia y ponía su nombre con el fin de disimular que Prado era el verdadero dueño e impedir que se especule sobre la procedencia del dinero para la operación.
Ante su éxito en los negocios y en agradecimiento porque envió en 1865 a solicitud de Chile, la escuadra peruana al puerto de Valparaíso, compuesta por las corbetas «Unión», «Apurímac» y «América», para reforzar a la flota chilena frente al intento español de recuperar sus antiguas colonias, y que combatieron al lado de la flota chilena en el combate de Abtao del 7 de febrero de 1866. La flota peruana la integraban Ferreyros, García y García y Miguel Grau. Por esta ayuda militar el Congreso chileno le otorgó a Prado el grado de General de División y le pagaba un sueldo de 3,400 pesos mensuales. «Además le entregaron una espada con rubíes y esmeraldas. Luego compra haciendas y minas, algunas en la zona del Bío Bío, investido como general chileno».
Manuel Ignacio Prado sigue incursionando en los negocios y multiplicando su fortuna en Chile, donde se había asociado con salitreros como Ossa, hasta que decide regresar al Perú y postular a la presidencia del Perú, la que gana 1876.
«Estuvo tres años en el poder y no hizo absolutamente nada para evitar la guerra ni preparó al país para ello, siguió con sus negocios con Chile antes, durante y después del conflicto,  era gran amigo y socio del entonces presidente de Chile Aníbal Pinto.»
Manuel Ignacio Prado era dueño de una gran casa en Vergara, en Viña del Mar, zona que pertenecía a la esposa del general José Francisco Vergara, quien era su compadre y quien durante la invasión de Lima fue uno de los jefes militares chilenos que dirigió el incendio de Chorrillos. Posteriormente Prado vendería la propiedad.

LA FUGA
«Por lo investigado en los documentos podemos afirmar que Prado huye al extranjero en pleno conflicto porque no quería enfrentar a sus amigos y socios chilenos y con el argumento de que iba a comprar armas se lleva tres mil libras esterlinas que, según él, serían para pasajes y viáticos. Se fuga del país en diciembre de 1879 cuando el Perú ya perdía la guerra y él logra triplicar sus ganancias en Chile, entre ellos una mina de carbón que servía como insumo para la artillería chilena contra el Perú.»
Prado exige desde el extranjero el envío de 380 mil libras esterlinas para unas compras importantes de las que informa haber entregado 61 mil a la Casa Grace «(Venta de rifles y balas) las que nunca llegaron y nadie sabe para qué» y 100 mil para la compra de dos barcos al imperio otomano (hoy Turquía) que los lleva a Londres y que fueron bloqueados allí por gestiones de Chile. «El dinero lo llevan tres personas, el vicepresidente José Francisco Canevaro, el presidente del senado José Francisco Rosas y su amigo Julio Pfluker.»
«Posteriormente, Prado incursiona en negocios en Guayaquil, en 1887 regresa al Perú, al año siguiente vende todos sus negocios en Chile en 175 mil libras esterlinas (300 millones de dólares) y en 1893 funda el Banco Popular del Perú, aparte de ser propietario de la textilería Santa Catalina.»
Mariano Ignacio Prado decide después viajar a establecerse en París, donde muere en 1901. Sus hijos extramatrimoniales mueren pobres, así como otros parientes cercanos, entre ellos su sobrina carnal Rita.
Heredan su fortuna sus vástagos «legítimos» que fundan el llamado Imperio Prado que, en su mejor momento, llegó a ser dueño de cincuenta empresas y propiedades, entre ellas hidroeléctricas, aseguradoras (Popular y Porvenir), empresas de cemento, refinería Conchán, urbanizaciones Orrantia en San Isidro y Leuro en Miraflores, barrio de El Porvenir en La Victoria, el cine Diamante, el diario La Crónica y muchos otros.
«Al investigar y conocer la verdad de esta traición, creo que ningún peruano nacido en esta tierra, pueda aceptar tal traición y según nuestra Constitución como militar debe ser fusilado con estas pruebas fehacientes, sentimos decepción, pena de haber perdido gran parte de nuestro territorio nacional y rabia, lamentablemente no ha habido juzgamiento a los culpables y a esto debemos de tener mucho cuidado con nuestras autoridades elegidas en este 5 de Octubre del 2014, para que trabajen por su pueblo, poniéndose la camiseta de Loreto y del Perú, trabajando por las generaciones que se vienen.
Los peruanos morían por la patria y Prado seguía en sus pingües negocios con socios chilenos.
Prado se le llegó a nombrar hasta presidente de la Sociedad Vencedores del 2 de Mayo y Defensores Calificados de la Patria, cuando era un falso patriota, contrariamente a auténticos como Grau, Bolognesi, Alfonso Ugarte, Fernando Lores Tenazoa y otros inmolados por el Perú.»
Lo expresado por el historiador Jorge Basadre, quien en la página 2,399 del tomo V de la Historia del Perú escribió escuetamente «la historia no puede menos que censurar el viaje de Prado». Para los peruanos de a pie, Prado no tiene ninguna calidad de héroe.///

Un comentario sobre “Desenmascarando a un traidor del Perú (II)

  1. Mi generación desconoce esta historia, todo lo que aprendimos fue la famosa historia relatada por don Gustavo pons musso que era una novela rosa de galanes chilenos, nada de los traidores como Prado, Piérola, Iglesias, BELAÚNDE (Mayor) etc.

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