Descentralización educativa

En nuestros viajes por las provincias de nuestra región Loreto, es inevitable percibir ese resentimiento que genera el centralismo de Iquitos, en el mismo modo que nosotros miramos el centralismo de Lima. Un mal político social de décadas que no se ha podido superar con estrategias educativas.
Un aspecto es justamente la descentralización de la educación superior, empezando por las capitales de las provincias de Loreto, y que tiene que ser más marcada y amplia, sin limitar las facultades a sólo formar licenciados en educación y una que otra opción más, si no, una mayor posibilidad con otras carreras profesionales.
Siendo la región en su conjunto de gran movimiento comercial, facultades como Administración, Contabilidad, Enfermería, Ingeniería Ambiental, entre otros, muestran de interés para los jóvenes loretanos que no tienen la posibilidad económica de venir hasta Iquitos para costear sus estudios superiores universitarios.
Aspiración de llevar estudios superiores a la secundaria, que debe considerar mejorar hasta los Centros Técnicos Productivos, los Tecnológicos, los Pedagógicos, entre otros, apuntar a la verdadera oportunidad educativa, la misma que tiene que ser descentralizada de la capital de Loreto.
Esta figura significaría sentar base de desarrollo en las provincias, con el potencial académico y oportunidades laborales para la juventud de cada zona, con una población con pensamiento crítico por el desarrollo y crecimiento de la tierra que los vio nacer, quedándose a vivir en sus poblaciones y así seguir apostando por una cada vez mejor calidad de vida.
En ese contexto social, los esfuerzos para apostar por la descentralización de la educación superior, poniendo énfasis en la universitaria, debe ser una política de Estado desde los diferentes niveles de gobierno, junto a las entidades académicas públicas, y demás aliados estratégicos que sumen a este propósito.