- Tiroteo en Iquitos
Un grupo de delincuentes disparó contra la ventana de una vivienda ubicada en el Pasaje Pachacútec, en el sector de Túpac Amaru, distrito de Iquitos. Jaqueline Dávila Padilla, propietaria de la casa, se encontraba descansando en el interior de su habitación cuando ocurrieron los disparos, aproximadamente a las 2:00 de la madrugada del miércoles. Los miembros de la familia denunciaron que el ataque es una represalia por haber reportado a barristas locales que causaban disturbios en la zona.
Según el relato de la familia afectada, los disparos fueron una clara advertencia en respuesta a su denuncia contra los barristas. Los Agentes de Criminalística llegaron al lugar poco después del incidente y recogieron restos de los perdigones, los cuales, según los informes iniciales, pertenecen a una escopeta. La investigación está en curso para identificar y capturar a los responsables de este acto de violencia.
¿BARRISTAS O DELINCUENTES?
El problema de la violencia y los disturbios causados por barristas en Iquitos no es nuevo. En los últimos años, varios incidentes han puesto en evidencia la peligrosidad de estos grupos. En 2023, un enfrentamiento entre barristas rivales en el mismo distrito resultó en múltiples heridos y daños materiales significativos. En otro caso en 2022, la Policía tuvo que intervenir para dispersar a un grupo de barristas que había tomado el control de una zona residencial, causando temor entre los vecinos.
La población de Iquitos exige medidas más estrictas y efectivas por parte de las autoridades para combatir la violencia generada por estos grupos. La familia Dávila Padilla, al igual que muchos otros pobladores, pide seguridad y protección para poder vivir sin temor a represalias por denunciar actividades ilícitas. Este incidente subraya la necesidad urgente de una intervención decidida para restaurar la paz y la seguridad en la zona.
Las autoridades locales, incluida la Policía Nacional y el municipio de Iquitos, deben intensificar sus esfuerzos para desarticular a estos grupos y garantizar que los ciudadanos puedan denunciar actividades delictivas sin temor a represalias. La colaboración entre la comunidad y las fuerzas del orden es crucial para enfrentar esta problemática y devolver la tranquilidad a las calles de Iquitos.
El tiroteo en el Pasaje Pachacútec es una advertencia inquietante de la presencia y el impacto negativo de los barristas en la comunidad de Iquitos. La violencia no puede ser tolerada y se necesita una acción inmediata y sostenida para proteger a los ciudadanos y garantizar la justicia para las víctimas de estos actos criminales. La familia Dávila Padilla y otros vecinos merecen vivir en un entorno seguro, libre de intimidación y violencia. (C. Ampuero)