De vuelta a la escuela

El Sutep ha decidido suspender la prolongada huelga nacional, pero que continuarán exigiendo una nueva ley magisterial y aumentos salariales utilizando otras vías. Un mes perdido para los escolares y de gran preocupación de los padres de familia que ya veían perdido el año escolar. Las clases se reiniciarán el martes 9 del presente.

El acuerdo se tomó luego de las consideraciones de la asamblea  nacional del sindicato, las propuestas hechas por el gobierno y la exigencia de los padres de familia de reiniciar las clases. Pero más parece que primó la angustia de los padres para no llegar al extremo de perder el año.

En Loreto, la situación ha sido peor, ya que los centros escolares han tenido que prohibir la asistencia de los alumnos por los  peligros que encerraba la creciente de los ríos que inundaron por completo los locales escolares y viviendas en general de miles de familias damnificadas, que tuvieron que ser evacuadas a otros lugares, lejos del agua, las serpientes y roedores portadores de enfermedades. Se recuerda aún que muchos colegios fueron convertidos en albergues, de donde los damnificados salieron haciendo perjuicios.

En Iquitos, miles de escolares continuaron así, sin recibir clases más con la huelga declarada indefinida por el Sutep, que logró arrancar gran parte de sus pedidos al gobierno central,  lo que no quiere decir, según su secretario general, René Ramírez, que la lucha había terminado, porque seguirán por otros caminos exigiendo al Estado un mayor presupuesto para el sector educación para el año venidero.

Los derechos que los maestros consideran irrenunciables seguirán en el pliego de reclamos como bandera de lucha, además de un aumento permanente en sus sueldos, lo que hace que los plantones, paros y huelgas no están descartadas totalmente porque siempre habrá un motivo para tomar una medida de fuerza.

Saludamos el reinicio de clases. Toca a nuestros niños y jóvenes asistir a sus centros escolares y dedicarse plenamente a sus estudios. Por su parte, esperamos, que los maestros únicamente se dediquen a enseñar y no a desperdiciar el tiempo en celebraciones intrascendentes, de esas que hay en el calendario cívico escolar.