-Una de ellas vive sola con su nieto y cada vez que llueve sus pocas cosas se deterioran
Al borde de las lágrimas y con la esperanza poco a poco agotándose, se encuentran las familias damnificadas de la calle América, a la altura de la cuadra 17 de la Putumayo, quienes el pasado 23 de setiembre, sufrieron la pérdida del techo de sus viviendas, quedando muchas de las casas en la intemperie y cada vez que llueve las pocas cosas que tienen se van deteriorando.
Como se recuerda, a través de nuestro medio de comunicación, se dio a conocer el problema que venían afrontando estas familia, siendo en total siete los damnificados. Desde esa vez, un 25 de setiembre, llegó hasta la zona una comisión integrada por Defensa Civil, quienes se comprometieron a brindar el apoyo correspondiente, pues estas familias carecen de solvencia económica para poder cubrir los gastos de madera, de calamina, clavos, etc.
La región, conversó con los damnificados, siendo una de ellas la señora Marlita Pinedo Guerra, quien vive sola con su nieto de 12 años. «El día que ocurrió el incidente, vinieron efectivos policiales de la comisaría Moronacocha a decirnos que teníamos que realizar una denuncia en la comisaría, para ello tuvimos que pagar ante el banco de la nación y luego realizar la denuncia, pues supuestamente con este documento Defensa Civil nos atendía»
«Fuimos a Defensa Civil, y nos dijeron que el papel no era necesario, constataron los hechos y se comprometieron apoyarnos con calaminas y tablas, hasta la fecha nada. De tanto ir y exigir el apoyo me dieron una carpa vieja y unos plásticos para poder cubrir para de mi techo que voló y he quedado prácticamente en la intemperie y cada vez que llueve las pocas cositas que tengo se mojan», precisa, al borde de las lágrima, recordando también que sus dos únicos hijos no saben ni se preocupan por su estado, solamente tiene un nieto, hijo de uno de sus vástagos, a quien cría como si fuera su hijo.
Las otras familias afectadas son: Antonia Chuquipiondo Salinas, Atilio Acosta García, Modesta Inga Basurto, Judith Navarro de Sangama, Carlos Galarreta Caballero y Jorge Caimata Ahuanari. Todos ellos prácticamente se cansan de esperar y comienzan a arreglar sus viviendas como pueden. «En las televisión han salido a decir que están atendiendo a los damnificados, que están dando tablas, que hay suficientes insumos, pero cuando uno va, no hay nada, ni un clavo. Siento que ha sido una burla lo que me han entregado, como fue una carpa vieja con hueco todavía, ya me estoy cansado de ir, creo que gasto más en irme hasta allá que lo que consigo».
Ante esta situación, pide ser tomada en cuenta con el apoyo, «Aunque sea unas cuantas calaminas y maderitas, después voy hacer una pequeña parrillada para poder comprar lo que falta», acotó. (MIPR)