Consumidores desprotegidos

En nuestro país existe un ordenamiento legal y de supervisión de los productos que se fabrican para la venta en las distintas regiones que conforman nuestra amada Nación, y que a su vez estos procedimientos entre otros objetivos buscan defender a los consumidores.
Recordemos que hace poco hubo todo un escándalo cuando se descubrió que la empresa Gloria no nos vendía leche, sino algo que se le parecía y que la revelación vino desde el extranjero, donde estaban queriendo ingresar su producción, pero no pudieron sorprender por el estricto control existente.
Lo que nos lleva a pensar, que en nuestro país las instancias que deben controlar que los productos tengan los contenidos que dicen, no están funcionando bien, están haciendo un pésimo trabajo, lo que se enmarca en la grave corrupción que afecta a todo el país, donde existe una “protección” a un mal llamado empresariado nacional, donde por supuesto hay excepciones que sí cumplen con las leyes y normativas nacionales.
A lo que se adiciona, que este grupo empresarial protegido limita y trunca que se creen otras industrias en las regiones aparte de Lima y otras dos o más ciudades. Solo una muestra, con la traba de la inocuidad y su respectiva certificación los paicheteros loretanos se frustran, porque esta certificación lo tienen que hacer en Lima y otra ciudad del norte, y por supuesto que no resulta.
Entonces la pregunta es ¿Por qué el gobierno no gestiona que se certifique acá?, y así impulsar la industrialización del paiche y otros productos. La justificación es que no se puede, que es muy costoso, o sea, trabas y más trabas, por lo que los paicheteros tienen que vender sin valor agregado su producto, y el empresariado de Lima sí se privilegia con tener a la mano la certificación.
Y tenemos una más de las infracciones de ciertos privilegiados, que nadie, ni en el proceso de certificaciones, ni en inocuidad, ni supervisiones, se han dado cuenta de la estafa de un producto que decía tener carne y no tiene, esta vez de la empresa Nestlé Perú, que en su producto dice Maggi Cubito Carne de 100 gramos, no es cierto, no contiene carne. O sea, primero que la leche no tiene leche, y este otro caso que dice que tiene carne, y no es así.
Se evidencia que está el mal control de la producción o se hacen los ciegos en el control (es una forma de beneficiarlos con la sospecha de corrupción grave), mientras la población consumidora que somos todos los peruanos y peruanas, estamos engañados.
¿Algún congresista se ha preocupado y está pidiendo que se analicen todos los productos, empezando por los que produce el empresariado nacional que tiene el poder económico dominante y no quieren ser correctos como muchas empresas millonarias del mundo y le defraudan a su propio Estado? ¿Cuántos productos más serán un engaño de lo que ofrecen? Esta situación es lo que a muchos tiene indignados.