- Dirigentes de 23 pueblos se reunirán mañana en Santa María para definir acciones frente a la minería ilegal.
Las comunidades de la cuenca del río Nanay mantienen bloqueado el tránsito fluvial desde hace 20 días como medida de protesta contra la minería ilegal, que ha generado daños ambientales y escasez de productos de primera necesidad. Ante esta situación, los dirigentes convocaron una reunión ampliada para mañana, jueves 6 de noviembre, en la capital distrital de Alto Nanay, Santa María.
“Es necesaria una reunión con todos los representantes de las comunidades para encontrar una unidad que nos permita mantenernos firmes en esta lucha contra las actividades ilegales de las dragas que solo están provocando contaminación ambiental y divisionismo entre comuneros”, refirió un poblador del Alto Nanay.
Se espera que participen representantes de las 23 comunidades que conforman la cuenca, con el objetivo de definir acuerdos conjuntos y nuevas medidas de acción en defensa del territorio y de los recursos naturales. La reunión será clave para determinar la continuidad o modificación del paro fluvial que afecta la zona.
Durante los últimos días, delegaciones de cuatro comunidades realizaron una asamblea en la que expusieron los perjuicios que afrontan sus pueblos, incluyendo la falta de abastecimiento de alimentos y productos básicos. Aunque surgieron desacuerdos entre los grupos comunales, lograron restablecer el diálogo y acordar una tregua temporal.
Los dirigentes alertan que personas vinculadas a la minería ilegal estarían intentando debilitar la protesta para permitir la libre navegación de embarcaciones destinadas al transporte de insumos para sus actividades ilícitas. Por ello, consideran fundamental un acuerdo unificado entre todas las comunidades.
La población responsabiliza al Estado por la falta de presencia efectiva en la zona, señalando que los operativos interinstitucionales no han logrado erradicar las dragas ni frenar el avance de los mineros ilegales, lo que sigue afectando la calidad del agua y la seguridad de las familias ribereñas.
Mientras tanto, los habitantes de Alto Nanay reiteran su pedido urgente al Gobierno central para que intervenga con firmeza y garantice la protección del río Nanay, fuente vital de agua para Iquitos y las comunidades amazónicas. La reunión de mañana será decisiva para definir los próximos pasos y mostrar unidad frente a esta problemática.
(K. Rodriguez)





