- Ante el desinterés de las autoridades competentes, comités de vigilancia se enfrentan solos a mineros ilegales.
- Un comunero resultó herido de bala ¿hasta cuándo entrará el Estado a protegerlos de la extracción de oro ilegal?
A pesar que de la cuenca del Nanay Sedaloreto capta agua para luego distribuirla a los usuarios, las autoridades no la protegen.
La alarma ya viene sonando desde hace mucho tiempo, pero ninguna de las autoridades competentes, de las llamadas a poner mano dura contra los extractores ilegales de oro; parecen escucharla. Se hacen los sordos.
Una sordera que solo podrá pasar cuando haya violencia extrema en el lugar y tengan que responder al gobierno central por no haber actuado antes, con prevención. Violencia que ya se asoma, un comunero resultó herido de bala hace poco. Y luego a venido el cierre del río a ver si alguien tiene la preocupación y los escucha.
Desde el 6 de octubre último el presidente de la comunidad de Santa María de Alto Nanay, viene informando que los botes cargados de combustible se desplazan por la importante cuenca en horas de la madrugada.
“Cuando los vigilantes comunales fueron a denunciar al puesto policial, no había nadie. El 7 de octubre se ha registrado un nuevo incidente en Santa María. El comité de vigilancia, sin apoyo policial, vuelve a detener un bote con combustible. Hubo un enfrentamiento y resultó un comunero herido de bala” señala el presidente.
Y frente a ello la policía muestra un desinterés desesperante ¿por qué? El general de la PNP debería dar una conferencia de prensa y expresar por qué tanta dejadez a la hora de actuar en esa cuenca para lo que les dan un presupuesto importante ¿qué hacen con él?
Por todo ese abandono indignante es que los comuneros, en gran parte, han decidido cerrar el río para que no pasen más botes con combustible. Pero es de imaginar qué ante el olvido de las autoridades competentes, los ilegales romperán todo cabo y pasarán el combustible a sus anchas, burlándose de los pobladores.
“Los pobladores de la Comunidad de Santa María y de la Comunidad de Pisco están siendo amenazados de muerte por los colombianos quienes se dedican a la minería ilegal y la policía no hace el control respectivo cuando llevan cantidad de cilindros de Petróleo para extraer el oro” señalan desde la zona.
Por ahora señalan que todas las embarcaciones retenidas se quedarán en la comunidad de Santa María, hasta que alguna autoridad tome cartas en el asunto ya que sus vidas corren riesgo de muerte por las constantes amenazas que vienen recibiendo de parte de extranjeros quienes prácticamente se han adueñado de la zona.