- Dirigido al Estado peruano, a la empresa petrolera UPLAND OIL.
“Los pueblos originarios del bajo río Tigre, reunidos en nuestro Comité de Control y Vigilancia Territorial, como guardianes ancestrales de la vida, la salud y la integridad de nuestros territorios, nos dirigimos a todos ustedes con la voz firme que nos otorga el derecho a existir y a defender nuestro hogar.
Nuestra selva, nuestros ríos y nuestra gente han sufrido por décadas el abandono del Estado y el abuso de empresas que solo ven en nuestra tierra una fuente de riqueza para explotar, dejándonos únicamente contaminación, enfermedad y promesas rotas. Pero hoy, nuestra dignidad se ha levantado y hacemos saber lo siguiente:
-Lanzamos un ultimátum a la empresa Upland, que opera en el río Corrientes y utiliza nuestros ríos para transportar petróleo crudo y otros. Hace una semana que PCM les envió un documento diciéndoles que se reúnan con los miembros de nuestra organización, pero hasta ahora no tenemos comunicación alguna de parte de ellos, nos sentimos burlados. La paciencia de nuestros pueblos se ha agotado.
Le exigimos qué, a la brevedad posible y de manera inmediata, se pongan a disposición y busquen el diálogo directo con nuestros representantes. Su silencio e indiferencia son una ofensa a los dueños ancestrales de estos territorios. De no recibir una respuesta inmediata y una disposición clara al diálogo, nos veremos forzados a tomar cartas en el asunto.
Queremos dejar en claro que la implementación de nuestro control territorial no es un capricho, sino una necesidad imperiosa ante la histórica ausencia y negligencia del estado, nos hemos visto en la obligación de hacer valer nuestro derecho ancestral y legítimo como pueblos originarios para proteger nuestro hogar. Por ello, hemos iniciado el control del pase ordenado del combustible que va hacia la zona alta, pero también hemos sido claros: todo insumo destinado a la destrucción, como el mercurio que se dirige a la minería ilegal y la explotación de oro, será inhabilitado y no pasará por nuestras aguas. Nuestro control territorial es por la vida y la salud.
Nuestro control territorial es para salvaguardar el futuro de nuestros hijos, por la salud de nuestros ríos que son nuestras venas y el cuidado de nuestro medio ambiente. Hacemos un llamado a la unidad de todos los actores que defienden la Amazonía y los derechos humanos”, resume el documento.





