Un poco más calmados los ánimos partidarios, luego del resultado de las elecciones que ungieron a un nuevo mandatario nacional, todo parece indicar que comienza una nueva prueba de fuego que deberá asumir el nuevo presidente constitucional; y es la ahora exigencia de los sectores económicos, la mayoría de los cuales, al parecer, no comulgan con los planteamientos económicos del flamante mandatario, al cual vienen exigiendo la inmediata designación, sobre todo, del primer ministro y el ministro de economía, tales sectores en un acto que muchos consideran de aviso de lo que puede venir, han mostrado un cuadro alarmante en el trámite de las operaciones bursátiles en la bolsa, con lo que esperan que el nuevo gobierno acelere la designación del nuevo gabinete ministerial, para poder tener un panorama claro del manejo económico en el próximo lustro.
Por otra parte, para calmar los ánimos y no quedar expuestos a críticas que podrían generarse en resentimientos de ciertos sectores ciudadanos, el presidente de la Bolsa de Valores de Lima, Roberto Hoyle, ha señalado que en una semana se recuperará la normalidad económica en la medida que se cumpla con la designación del gabinete ministerial y de los funcionarios responsables del aparato económico nacional.
Como se puede apreciar, no será nada fácil manejar el aparato del Estado, dada la endeble capacidad numérica de que adolece el gobierno, en el ámbito del congreso nacional, lo cual innegablemente llevará a establecer una concertación que sin duda será beneficiosa, pues quedarán plasmadas mediante leyes concertadas, los principales trabajos que realice el Congreso Nacional en bien de la población peruana.
Otro rubro que deberá manejarse con sumo cuidado, es el de respetar la prestación de servicios que desarrollan algunas empresas para el Estado en el ámbito regional, ya que existe la presunción de que habría presiones para despojar a algunas empresas de sus nexos con el gobierno, para otorgarlos a quienes apoyaron al partido ganador en la campaña presidencial.
Desarrollar tal acto, sería un hecho que desnaturalizaría la prédica del nuevo presidente, pues cada empresa comprendida en la posible «purga» tendría que reducir personal y eso se traduce en incremento de la desocupación el país, cosa que el señor Humala ha señalado que nunca ocurrirá. Esperamos que así sea.