A pocos días de entrar al mes de julio, los candidatos al gobierno regional y las alcaldías de la provincia y distritos, no han sido lo bastante claros en sus propuestas y planteamientos que merezcan el apoyo del pueblo y los eleve a los cargos correspondientes.
Todos, sin excepción, insisten en propalar canciones con letras arregladas, confiando en que ese tipo de publicidad les podría popularizar y adentrarse en el sentimiento de los votantes, que ahora, más que nunca, buscan soluciones urgentes a problemas que no se puede dejar para mañana.
La basura es un tema de primer orden, no más ni menos que la inseguridad que vive el vecindario, a los que se agrega un ineficiente servicio de agua potable. Sobre tan importantes tópicos, ninguno de los candidatos (as) ha salido a hacer un planteamiento técnico, sustentado y viable, que cale en el pueblo y éste diga, ese es un buen proyecto, hay que votar por él.
La colectividad espera que a partir del próximo mes, al término del cual estaremos a tan solo dos meses de las elecciones, cortísimo tiempo para calar en la mente y en el sentimiento de la gente que hasta el momento forma parte de ese importante sector llamado de los indecisos, que no tiene partido, que no está identificado con nadie, que no es militante y que, finalmente, no sabe por quién va a votar en las elecciones del 5 de octubre.
En otro orden de cosas, pero ligados a las elecciones, están quienes, utilizando los medios de comunicación han hecho de éstos, verdaderas letrinas, vomitorios donde campaña política se llama al insultar, a mentar a la madre y cosas mayores, impublicables por cierto.
Pongámonos a meditar un instante y, veremos que la presente jornada política está hecha un asco. No es así como se conquista el pueblo. A él, se llega con humildad, con buen ejemplo, con identificación por lo nuestro, con sabiduría que es lo que nos va a conectar con el más letrado y el más simple vecino. Hagámosla bien, hagámosla linda, por el bien de todos.