El instinto natural de protegernos ante peligros inminentes hace que como seres humanos busquemos protección, es por ello que nos parece legítima la preocupación de decenas de personas que se ubicaron al ingreso del aeropuerto internacional Francisco Secada Vignetta, para pedir al presidente que cierre el tráfico aéreo hacia Iquitos desde cualquier destino del país.
Recordemos que unos 200 loretanos varados quedaron en Lima, luego que se suspendieron los vuelos humanitarios hacia esta parte del país. Pero, otros tantos que pueden pasar los mil estaban a la espera del reinicio de los vuelos comerciales para volar a Iquitos.
Y esta apertura de los aeropuertos a nivel nacional ocurre en el marco de la fase de reactivación económica, pero desafortunadamente coincide con un rebrote de casos en Lima, por lo que es el temor que las personas que ingresen a Iquitos traigan la carga viral que ponga nuevamente a la ciudad en una situación de grave vulnerabilidad con el incremento de casos y por consiguiente el colapso de hospitales, centros Covid, así como más muertes.
En este tema hay varios aspectos que exponer de principio, que como ya se levantó la cuarentena los viajeros al llegar a un lugar no están obligados a seguir la cuarentena en algún lugar que les ubiquen las autoridades, tampoco les realizan ni la prueba rápida, menos la prueba molecular que ambas escasean, solo están presentando una declaración jurada que hace suponer que no están infectadas las personas.
Parece sacado de una historia inocente, pero así estamos. Solo se apela a confiar en las personas en el autocuidado, aunque sabemos que, por la falta de educación, sensibilidad humana, baja responsabilidad y bajo nivel de autoestima, con su cuota de desesperación por llegar a estar con sus familiares, nuestros paisanos en un buen porcentaje, no cumple los protocolos de salubridad.
Pero, también los protestantes que estuvieron ubicados en el ingreso del aeropuerto de Iquitos, no conservaban una de las recomendaciones fundamentales en la lucha para evitar más contagios por el Covid-19 y es nada más que distanciamiento social de dos metros, más estuvieron aglomeradas, lo que puso en riesgo contagios que se podrían evidenciar en unos días más adelante.
Todos esperamos que no vuelva la etapa crítica que nos llegó con muertes que hasta ahora nos duelen mucho, para ello es necesario que todos viajeros o no, volvamos a protegernos con más cuidados y que esta especie de inmunidad de rebaño que vivimos se mantenga.
En verdad pensamos que no nos queda otro camino a seguir porque la reactivación económica lo necesitamos a gritos y como también nuestra vida sana.
Cierre aéreo
